Facua-Consumidores en Acción ha publicado hoy su último análisis sobre la evolución de la tarifa semirregulada PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor), que es una tarifa a la que pueden acogerse todos los usuarios que tengan contratada una potencia menor a los diez kilovatios, es decir, la inmensa mayoría de los usuarios domésticos y de las pymes (actualmente hay once millones de usuarios PVPC). Pues bien, según el análisis de Facua, la subida interanual en el precio del kilovatio hora (evolución de la tarifa semirregulada PVPC) ha alcanzado el 40,6% en los primeros 15 días de enero. En este periodo, el kWh se ha situado en una media de 18,82 céntimos (impuestos indirectos incluidos), frente a los 13,39 céntimos de hace un año.
Con el precio medio del kWh de esta primera quincena de enero -apuntan desde Facua-, la factura mensual del usuario medio estaría casi 20 euros por encima de la del mismo periodo del año pasado. Así, el recibo supondría 88,06 euros, lo que supone un incremento del 29,1% con respecto al de los primeros 15 días de 2020, cuando se situó en 68,20 euros.
De mantenerse en este nivel el importe medio del kWh, se trataría de la segunda factura más cara de la historia. La más elevada fue la fijada por el Gobierno -hasta 2014 se publicaba en el BOE- entre enero y marzo de 2012, cuando ascendió a 88,66 euros. En segundo lugar estaba la de enero de 2017, que se situó en 87,81 euros. La siguiente fue la de septiembre de 2018, que representó 83,55 euros.
El perfil de "usuario medio" que emplea Facua en sus análisis es aquel que consume 366 kilovatios hora al mes y tiene una potencia contratada de 4,4 kW, y ha sido determinado -apuntan la asociación- en función del resultado del análisis de varias decenas de miles de facturas de viviendas habitadas.
Facua lleva años reclamando una bajada en el IVA que pagan las familias en el recibo de la luz. Desde su implantación en 1986, a la factura eléctrica siempre se le ha repercutido el IVA general, que actualmente está en el 21%. En todo caso, la asociación advierte de que esa bajada del IVA "sería una medida complementaria a otras de mayor calado que deberían tener impacto en el margen de beneficio de las grandes eléctricas".
En este sentido, frente a la afirmación realizada el pasado martes por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de que bajar el IVA "es una cuestión que no estaría en línea con lo que se marca por parte de Europa", Facua recuerda que ninguna norma comunitaria lo prohíbe y, de hecho, varios Estados miembro de la Unión Europea aplican un IVA más bajo a la factura eléctrica de las familias o a una parte de la misma,
En Portugal, el IVA general es del 23%, pero desde el pasado diciembre se aplica sólo un 13% a los primeros 100 kWh mensuales de electricidad consumidos por las familias. En Italia, los altos consumos tienen un IVA del 22%, pero a los bajos consumos domésticos se les aplica el 10%. Según refleja un informe del sindicato de técnicos de Hacienda, Gestha, en Irlanda se aplica el 13,5%, en Croacia el 13% y en Grecia el 6%.
Asimismo, Facua lamenta la falta de coherencia de Unidas Podemos, cuyo portavoz parlamentario, Pablo Echenique, rechaza ahora reclamar la bajada del IVA. En 2016, tanto Podemos como Izquierda Unida suscribieron un manifiesto impulsado por Facua junto a más de una veintena de organizaciones de la sociedad civil en el que, entre otra medidas, se exigía al Gobierno la bajada del IVA de la luz al superreducido del 4%. También se sumaron ERC y Coalición Canaria.
La asociación ha solicitado una reunion a la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para exponerle las reivindicaciones de la asociación en materia de política energética y conocer las actuaciones que tiene previsto desarrollar el Gobierno a corto plazo.