El último informe de Transport & Environment (T&E) estima la brecha de cumplimiento de los fabricantes de automóviles en cuanto a reducción de emisiones de CO2 de los coches nuevos, que se han reducido un 28 % desde 2019 y que se enfrentan a una nueva etapa de la regulación a partir de 2025 en la que se tendrán que reducir un 15 % respecto a 2021. El objetivo de referencia de la UE está fijado en 115 gCO2/km 2 entre 2021 y 2024. En 2025 entra en vigor la siguiente fase del reglamento con un objetivo de referencia de la UE de 93,6 gCO2/km calculado sobre la base de una reducción del 15% en comparación con la línea de base de las emisiones en 2021 (110,1 gCO2/km 3).
El análisis muestra que Volvo Cars es el único fabricante que ya cumpliría su objetivo para 2025 basándose en sus ventas de 2023, mientras que fabricantes como Kia o Stellantis tienen una diferencia de menos de 5 gCO2/km y, por tanto, parecen estar bien preparados para sus objetivos de 2025. Hyundai, Renault y BMW vienen a continuación con una diferencia de menos de 10 gCO2/km y tendrán que continuar con sus esfuerzos para aumentar las ventas de BEV. Por último, el grupo de Toyota, Mercedes-Benz, Ford y Volkswagen ocupan los últimos puestos con diferencias superiores a 10 gCO2/km, siendo Volkswagen y Ford los que presentan las mayores diferencias con 22 g/km y 24 g/km respectivamente. Estos fabricantes tendrán que redoblar sus esfuerzos en 2024 y 2025 para cerrar la brecha.
Ante este nuevo escenario a 2025, fabricantes de automóviles como Volkswagen han pedido que se suavicen los objetivos o se renuncie a las multas porque los que no cumplan su objetivo para 2025 recibirán una multa de 95 euros por cada gCO2/km que supere el objetivo y por coche vendido. La realidad es que en 2020 las ventas de coches eléctricos en la Unión Europea se multiplicaron por tres en un año y la mayoría de los fabricantes de automóviles cumplieron sus objetivos. La lección clave del objetivo 2020/21 es que, a pesar de que los fabricantes de automóviles estuvieron por debajo del objetivo en 2018-2019, todos cumplieron el objetivo (o solo lo incumplieron por un pequeño margen). Esto demuestra que es difícil predecir la capacidad de un fabricante de automóviles para cumplir un objetivo futuro teniendo en cuenta los avances realizados en los dos años anteriores.
El análisis también pone sobre la mesa que muchos fabricantes de automóviles están dando prioridad a vehículos más grandes y pesados que son más contaminantes pero ofrecen mayores márgenes de beneficio, que da como resultado una falta de modelos de vehículos eléctricos asequibles que está frenando las ventas de vehículos eléctricos, lo que explica algunas de las importantes brechas actuales con respecto a los objetivos de 2025. Se espera que en 2025 se lancen más modelos de VE asequibles por debajo de los 25.000 euros, incluidos los vehículos más baratos de Renault, Skoda y Citroën. "Después de años de ganancias, ya es hora de que se lancen modelos de vehículos eléctricos asequibles para el mercado masivo y se ajusten sus precios para incentivar sus vehículos más limpios", señalan desde (T&E).
Si los fabricantes de automóviles no mejoran sus ventas en comparación con 2023, necesitarían vender un 24% de vehículos eléctricos en 2025, además de vender más híbridos o reducir el tamaño de los modelos más contaminantes (ventas del 18% para cumplir los objetivos de 2025). Desde el organismo se anima a los fabricantes de automóviles a optar por "grupar" sus ventas como lo hicieron Honda, JLR y Tesla en 2022. Volvo Cars y Tesla podrían ser candidatos para la agrupación en 2025. Pop ejemplo, si los fabricantes de automóviles más rezagados como Volkswagen, Ford y Mercedes agruparan sus ventas con las principales Tesla y Volvo Cars, los eléctricos que esos tres fabricantes de automóviles tienen que vender disminuirían un 36%.
