Xkuty está diseñada bajo la tecnología FASB (Fully Assisted Bike). El vehículo, que integra un motor en la propia rueda y una batería, carece de pedales, cadenas, aceite o gasolina y presume de solucionar "tres inconvenientes para las ciudades: la contaminación acústica, la contaminación atmosférica y la suciedad". Xkuty pesa menos de 45 kilogramos, es decir, menos que un ciclomotor. El vehículo, que solo tarda dos horas en recargar su batería de ión litio "usando cualquier enchufe", puede alcanzar los 45 kilómetros por hora y tiene una autonomía aproximada de cincuenta kilómetros, según la empresa.
La empresa que está detrás del proyecto –Electric Mobility Company SL– está formada por un grupo de antiguos alumnos de un máster para ejecutivos que organiza la escuela de negocios Fundesem (Alicante) desde hace más de quince años. Según informa el gabinete de comunicación de Xkuty, Electric Mobility Company es "una compañía independiente [integrada por los susodichos ex alumnos] que, a partir de un ejercicio desarrollado en las aulas del máster, decidieron organizarse y sacar el vehículo adelante". La bicicleta –explican desde la compañía– "depende de un motor eléctrico de 1.500 vatios que hace posible que solo emita una media de 30 dB cuando te mueves con ella, por debajo del nivel medio de ruido que encontrarás en una biblioteca o incluso en pleno campo".
Amigo Raúl, Don Antonio Barrero no vende motos, y no vende ciclomotores eléctricos y no vende bicicletas sin pedales. Don Antonio Barrero se limita a hacer periodismo, y por eso emplea comillas desde el mismísimo titular. Para que el lector sepa desde el principio que lo que está leyendo no es el discurso del mensajero, sino el discurso del emisor primigenio de la información (el discurso de la fuente). Don Antonio Barrero dice desde la entradilla que la empresa alicantina define su vehículo como (abro comillas) "híbrido entre una moto y una bicicleta, en cuanto a diseño y prestaciones" (cierro comillas). Y ahí Don Antonio Barrero emplea las comillas (vuelve a emplearlas) para insistir en que el discurso que está leyendo el receptor no es el discurso de Don Antonio Barrero (no es el discurso de Energías Renovables): es el discurso de la compañía que ha presentado un producto en los términos en los que lo ha presentado. Por eso creo, amigo Raúl, que no me han engañado. Por eso creo, Raúl, que no estoy engañando a nadie. Y por eso digo, y que quede muy claro, que yo no estoy llamando a ese vehículo ni bicicleta eléctrica sin pedales, ni híbrido entre una moto y una bicicleta. Yo aludo a ese vehículo con la palabra vehículo, como habrás visto. Porque ya me he cuidado yo muy mucho de no hacer mío el discurso ajeno. Mira, Raúl, la empresa es la que ha querido presentar así su producto y yo respeto ese discurso, no lo modifico (empleo comillas) y no me pronuncio sobre la pertinencia del mismo (yo hablo de el vehículo): en fin, que yo no digo si es apropiada la terminología elegida por la empresa. Lo que digo es que esa es la terminología de la empresa. Y por eso entrecomillo. Para que quede bien claro. Yo simplemente soy el mensajero, y estimo mucho –y lo digo de verdad– todas las opiniones y todas las informaciones que los lectores han ido colgando bajo esta pieza informativa. De verdad. Incluida la tuya, desde luego. Porque creo que mejoran la información que contiene este medio, pero –y también lo digo de verdad, Raúl–, no quiero que nadie crea que Antonio, el periodista, o sea, yo, se dedica a vender bicicletas sin pedales, ciclomotores eléctricos... o motos. No, yo no vendo motos. Ni Energías Renovables. Publicamos información y citamos fuente. Y discúlpame, por favor, la parrafada. Un saludo, y gracias por ayudarnos a mejorar. Lo digo en serio, Raúl, porque este tipo de reflexiones nos ayudan a no bajar la guardia, nos animan a mantener alto el listón. Un abrazo :)