Junto con su socio estadounidense –US Smart Grid Interoperability Centre, situado en el National Laboratorios Argonne (Chicago, Illinois)– el nuevo laboratorio europeo trabajará para garantizar que la próxima generación de coches eléctricos y redes inteligentes sean totalmente interoperables, basadas en normas armonizadas, en la validación de la tecnología y en métodos de prueba. “Se trata de un paso importante hacia la creación de un solo lenguaje en todos los componentes de estas nuevas tecnologías, que beneficiará tanto a la industria como al medio ambiente en ambos lados del Atlántico·, aseguran desde la CE.
En la inauguración del laboratorio, Maroš Šefčovič, Vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de la Unión de Energía, ha declarado: “Las redes inteligentes y los vehículos eléctricos están evolucionando rápidamente, pero aún no se ha aprovechado todo su potencial. El desarrollo de normas armonizadas a ambos lados del Atlántico minimizarán las barreras comerciales y aumentarán el mercado global de productos y servicios innovadores para los productores y consumidores de la UE y de Estados Unidos”.
La interoperabilidad entre y dentro de los vehículos eléctricos y la red inteligente es una cuestión clave para el despliegue y la explotación completa de la electrificación del transporte, la integración de las fuentes de energía renovables y de almacenamiento, y el desarrollo de los servicios relacionados con las energías innovadoras para consumidores y usuarios. La CE destaca que, además de facilitar el buen funcionamiento de los vehículos enchufables y el de las redes inteligentes, permitirá la facturación automática, la itinerancia de los vehículos eléctricos y una gestión energética más eficiente.
Centros gemelos
Tanto la UE como los EEUU tienen un interés común en el rápido desarrollo de estos sistemas. El Centro Europeo de Interoperabilidad (European Interoperability Center) combina cuatro laboratorios de última generación, con el foco puesto en la eficiencia energética de los vehículos eléctricos e híbridos, la interoperabilidad de las redes inteligentes, la compatibilidad electromagnética y las pruebas de las baterías.
“En estos laboratorios se realizaran pruebas de arquitectura y de tecnologías y protocolos de comunicación. Los estándares industriales armonizados resultantes y los procedimientos de prueba deben minimizar las barreras comerciales y técnicas. Esto a su vez creará nuevos incentivos para que las empresas inviertan en innovación, que podrá ser comercializada en mercados más grandes”, indica la CE.
La instalación gemela de EEUU ya está en funcionamiento y ahora trabajará “codo con codo” con su socio europeo.