Toyota está valorando la posibilidad de poder invertir hasta 531 millones de dólares (490 millones de euros) en una planta adicional de fabricación en las instalaciones con las que cuenta la marca nipona en el Estado de Texas (Estados Unidos). De momento, la firma nipona estudia la posibilidad de acogerse a una desgravación fiscal en aplicación de la legislación estadounidense del Gobierno de Joe Biden para acelerar la fabricación nacional de automóviles de nueva generación y reducir las importaciones de otros países como China, según informan medios locales. Este nuevo emplazamiento con el que contaría Toyota en uno de sus mayores mercados tras el japonés supondría la creación de 411 puestos de trabajo directos para la fabricación de la camioneta Toyota Tundra y el SUV Sequoia. Esta planta será la segunda de Toyota en EE.UU. con producción de eléctricos, tras la factoría del grupo en Kentucky.
La automovilística anunció hace unos días una inversión de 1.400 millones de dólares (1.289 millones de euros) para producir otro SUV eléctrico y poder lograr subvenciones públicas a su actividad. En total, Toyota ha anunciado inversiones por 18.600 millones de dólares (17.136 millones de euros) desde 2021 en el territorio estadounidense destinadas a impulsar la reconversión de su gama de modelos y de sus factorías hacia la movilidad eléctrica, según informa Europa Press. Este anuncio llega apenas una semana después de que el Gobierno de Estado Unidos anunciara que iba a multiplicar por cuatro los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos de China del 25% al 100%, lo que supondrá un impacto para las relaciones comerciales de hasta 18.000 millones de dólares (16.583 millones de euros). Esta medida tiene como objetivo proteger a la industria del vehículo estadounidense, que se prepara para recibir cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para fomentar la transición hacia el vehículo eléctrico.