A partir de este mes, y con ocasión del Salón Internacional del Automóvil de Montreal (20-29 de enero), los canadienses podrán conocer en detalle los FCV. En concreto el Toyota Mirai, que forma parte de la exposición de vehículos con tecnologías avanzadas que presenta el fabricante japonés en el salón de Montreal.
El Toyota Mirai “es un vehículo para el mundo real, que ya está a la venta allí donde existe una infraestructura de repostaje de hidrógeno suficiente”, asegura el fabricante. Y se trata, añade, de “un vehículo limpio y eficiente que los usuarios disfrutan conduciendo”. En este sentido, Toyota recuerda que la mecánica de los vehículos de pila de combustible mezcla hidrógeno con aire, lo que da lugar a una reacción química que tiene dos resultados, electricidad y vapor de agua. La electricidad impulsa el vehículo, mientras que el vapor de agua es el único subproducto que sale por el tubo de escape.
Otra de sus ventajas es que gozan de gran autonomía. El Toyota Miraie, en concreto, tiene una autonomía de unos 500 km, su depósito de hidrógeno se llena en apenas cinco minutos. Pero también hay inconveniente. El mayor, que estamos hablando de coches solo aptos para muy pocos bolsillos. A día de hoy, el Toyota Mirai sale en Alemania (uno de los siete países europeos en los que se comercializa) a unos 66.000 euros, sin IVA. En Japón, donde está muy subvencionado, su precio ronda los 51.000 euros. Y prácticamente lo mismo en EEUU.
En España, Toyota no tiene intención de comercializarlo de momento, por motivos obvios: la falta de infraestructuras para poder recargar hidrógeno: hasta la fecha solo hay cinco hidrogeneras.
Toyota se ha comprometido a reducir las emisiones de CO2 de sus nuevos vehículos en un 90% en comparación con los niveles de 2010. La firma, que tienen en marcha otras cinco iniciativas contra el cambio climático y de aprovechamiento y reciclaje de recursos naturales, ha ofrecido más de 5.600 patentes exentas de derechos sobre la pila de combustible con el fin de facilitar su desarrollo.