Toyota considera que la fabricación a escala de estos dos componentes -pilas de combutible y depósitos de hidrógeno- es "crítica para reducir los costes del sistema" y, consecuentemente, para "potenciar el crecimiento y las ventas de los Fuel Cell Electric Vehicles". Así, (1) con el fin de aumentar la producción de pilas de combustible, Toyota trasladará la producción desde su ubicación actual, en uno de los edificios existentes en su planta de Honsha, en Toyota City, a un nuevo edificio de ocho pisos, de alta tecnología, en las mismas instalaciones, cerca de la localización original de la primera fábrica de la compañía, que arrancó su actividad en 1938. Y (2), con el fin de reforzar la producción de depósitos de hidrógeno a alta presión, el fabricante japonés ejecutará "una nueva línea específica que se añadirá a la cercana planta nº 3 de Shimoyama, en Miyoshi City, en la Prefectura de Aichi (anteriormente, los depósitos de hidrógeno se montaban en la planta de Honsha, a menor escala".
El sistema de pila de combustible (FC stack) es el que genera la electricidad a bordo -informa Toyota- a partir de hidrógeno y oxígeno, para propulsar los vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV), mientras que los depósitos almacenan el hidrógeno.
La construcción de la nueva línea de depósitos de hidrógeno en Shimoyama ya se ha iniciado, mientras que el exterior del nuevo edificio para la producción de pilas de combustible ya está terminado y ahora se empezará a trabajar en el interior. Toyota quiere que ambas instalaciones estén operativas "alrededor de 2020".
El fabricante japonés considera que la tecnología ya está madura
"Como tecnología -explican desde Toyota-, la pila de combustible ya está madura y lista para aumentar su escala de producción". La compañía automovilística fue la primera en llevar al mercado una berlina de pila de combustible producida en serie, el Toyota Mirai (foto), en diciembre de 2014, y, a cuatro años vista, la valoración que hace de esa iniciativa es muy positiva: "la producción y las ventas anuales se han ido incrementando año tras año, pasando de unas 700 unidades en 2015 a las 2.000 unidades de 2016 y, más recientemente, alrededor de 3.000 unidades en 2017". Toyota aspira a alcanzar unas ventas anuales de FCEV superior a las 30.000 unidades en todo el mundo, multiplicando así por diez la cifra actual.
El Toyota Mirai se comercializa hoy día en 11 países: Japón, Estados Unidos y nueve países europeos
Toyota está trabajando en el desarrollo de un entorno que permita la venta de FCEV en más países y regiones en el futuro. Como parte de ello, actualmente se están realizando pruebas de demostración del Mirai en Australia, Canadá, China y Emiratos Árabes Unidos. Así, Toyota está examinando la demanda de FCEV mientras sigue contribuyendo con iniciativas para promover el desarrollo de infraestructuras de hidrógeno. En el mercado japonés, Toyota espera alcanzar unas ventas "de al menos 1.000 unidades de FCEV al mes, y más de 10.000 al año, a partir de 2020". El fabricante de automóviles anuncia que las regiones de comercialización dentro de Japón se seguirán ampliando más allá de las cuatro principales áreas metropolitanas actuales.
Además, Toyota inició las ventas de autobuses FC al gobierno metropolitano de Tokio en febrero de 2017, y presento la versión definitiva, el Sora, en 2018, con tres unidades adicionales. Toyota espera vender al menos 100 de esos autobuses antes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020. La compañía prevé ampliar su oferta de vehículos eléctricos de pila de combustible y "seguirá trabajando con el Grupo Toyota y otras empresas en el desarrollo de una infraestructura de suministro de hidrógeno y la creación de una cadena de suministro de hidrógeno baja en carbono".
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