Según reveló Unica a principios de año, desde octubre de 2017, Toyota probaba un prototipo híbrido flexibe en colaboración con las universidades brasileñas de Sao Paulo y Brasilia. Lo hacía en una nota de prensa que coincidía con el Salón de Detroit del automóvil, donde la compañía automovilística nipona avanzó los primeros detalles del Hybrid FFV.
La propia Toyota hizo la presentación oficial el mes pasado en Brasil: “está construido sobre el sistema híbrido del Toyota Prius, que sirve de modelo base, y tiene alta eficiencia energética y bajos niveles de emisiones”. Se eligió el país suramericano tanto por su importante parque automovilístico movido con etanol como por ser el mayor productor mundial de este biocarburante con caña de azúcar.
“El híbrido más limpio del mundo”
"Considerando todo el ciclo de vida, del cañaveral al tubo de escape, el etanol de caña emite hasta un 90 por ciento menos de CO2 que la gasolina”, apuntaba en enero Alfred Szwarc, responsable de Emisiones y Tecnología de Unica, quien recordaba también que “desde 2015, el combustible fósil (en Brasil) lleva hasta un 27 por ciento de combustible renovable en su composición”.
El director general de Toyota América Latina, Steve Angelo, añade que “será el híbrido más limpio del mundo; no necesita infraestructura de recarga de baterías y representa la mejor solución para ciudades congestionadas. Son silenciosos, limpios, muy económicos y no sobrecargan el sistema eléctrico”.
Los avances de Saab y Nissan
Los halagos de Szwarc y Angelo parten de la posibilidad de que el Hybrid FFV consuma E100, con lo cual no necesitaría ni una gota de gasolina fósil. La lucha por conseguir un mayor porcentaje de mezcla de etanol sin rebajar sustancialmente la potencia del motor la iba ganando Saab. Sin embargo, tras la quiebra de esta empresa sueca, se quedó a las puertas de conseguirlo con su Biopower E85.
Unica cita además a otra marca japonesa, Nissan, que ha conseguido importantes avances en este campo. En concreto, presentó un nuevo sistema, “el primero de la industria automotriz”, según la compañía, que cuenta con "una celda de combustible e-Bio con un generador de energía SOFC (célula de combustible de óxido sólido) que utiliza la reacción de diversos combustibles, etanol entre ellos, con el oxígeno para producir electricidad de alta eficiencia".
Szwarc apostilla que “el carácter pionero de Brasil y la experiencia acumulada en la producción a gran escala de etanol y coches flexibles representan una excelente oportunidad para el desarrollo de ese tipo de vehículo, que también podrá ser comercializado en otros mercados, donde el uso de etanol ya es una realidad, como Estados Unidos, Canadá, Suecia, Argentina, Paraguay, Uruguay y Colombia”.