España matriculó el año pasado 809.116 vehículos entre el 1 de enero y el 31 de julio, muchos más que los que ha puesto en circulación durante el mismo período (enero-julio) de este año: 457.782. ¿Conclusión? -43,42%. El batacazo se lo lleva el motor de combustión, ese que emplea gasolina, diésel o gas natural. Batacazo que contrasta con los números que ha registrado el vehículo eléctrico puro, que no solo aguanta la embestida del Covid, sino que incrementa sus ventas en términos absolutos (la tabla de pie de página precisa todos los números). En todo caso, sigue mandando en el mercado nacional el motor de combustión. De los más de 450.000 vehículos matriculados en el total enero-julio, 246.141 funcionan con gasolina (53,77% del total); 126.932 son diésel (27,73%); 64.313 de los vehículos matriculados este año son híbridos no enchufables (vehículos con motor de gasolina y una pincelada eléctrica: 8,62% del total); 7.951 de los vehículos que han llegado a nuestras calles y carreteras este año son híbridos enchufables (el peso eléctrico es mucho mayor: 1,74%); 6.671 son eléctricos puros (1,46%); y 5.770 funcionan con gas natural, otro combustible fósil (el último de la familia en llegar aquí) que no acaba de despegar en el mercado nacional de los llamados combustibles alternativos, cada vez más a la sombra del vehículo eléctrico (las matriculaciones de gas han sido del 1,26% sobre el total enero-julio: 457.782).