El avión partió el 20 de junio del aeropuerto JFK de Nueva York y esta mañana, a las 7:20h, ha aterrizado en al eropuerto de Sevilla, tras recorrer 6.300 km a lo largo de dos días, 23 horas y 19 minutos volando de forma ininterrumpida. Con ello, el Solar Impulse 2 se ha convertido en el primer avión en atravesar el Atlántico impulsado por energía solar.
El aparato recorrerá en totoal 35.000 kilómetros alrededor del mundo, terminanando la ruta en Abu Dhabi, de donde partió en marzo de 2015. Completará el periplo en dos etapas más, con una escala en Grecia o Egipto, antes del aterrizaje definitivo en Abu Dhabi.
Según informan los promotores del proyecto, el éxito del Solar Impulse 2 se basa en la combinación ideal del peso, el tamaño, la presurización y la configuración tecnológica. Su estructura, de 2.300 kilos de peso, está compuesta principalmente por fibra de carbono. El aparato tiene una envergadura de 72 metros y cuenta con 17.248 células solares y 269,5 metros cuadrados de paneles solares, que producen electricidad limpia de 340 kilovatios durante el día.
Así el avión puede continuar su viaje durante la noche. La aeronave dispone de un cubículo de 3.8 metros para que los pilotos, André Borschberg y Bertrand Piccard, que se van turnando a los mandos del aparato, estén cómodos durante cada fase del vuelo, que puede durar hasta 6 días y 6 noches seguidas.
El equipo de Solar Impulse empleó la plataforma 3DExperience para llevar a cabo el diseño de la estructura, la simulación digital, el modelado 3D y la trazabilidad de los datos y así poder simular el entorno del avión antes de comenzar este revolucionario viaje sin combustible.
El Solar Impulse no ha sido construido para ser comercializado, ni pretende revolucionar la industria aeronáutica. Su objetivo es demostrar lo que muchos siguen empeñados en considerar imposible: que las energías renovables nos permiten acabar con nuestra dependencia de los combustibles fósiles y cambiar el mundo.