El proyecto e-trofit se centra principalmente en la remotorización de los autobuses de transporte público de pasajeros que ya están circulando, para que pasen de la propulsión convencional a la eléctrica . Algo que, en palabras de Helmut Ernst, responsable de la división Aftermarket de ZF, representa "la solución ideal para la transición hacia la era de los vehículos puramente eléctricos".
Teniendo en cuenta que los mercados no estarán listos para producir los vehículos eléctricos necesarios en serie hasta 2025, "la remotorización de vehículos industriales convencionales a la propulsión eléctrica hasta dicha fecha será una magnífica oportunidad para ayudar a las ciudades en la electrificación del transporte público local" y lograr así los objetivos de protección medioambiental exigidos, ha afirmado Helmut Ernst.
La estimación de ZF Aftermarket es que todos los autobuses en circulación que no cumplen con la norma de gases de escape Euro 6 pueden ser reconvertidos a eléctricos. El primer prototipo e-troFit convertido para propulsión totalmente eléctrica ya está en pruebas en la ciudad alemana de Múnich, país que se perfila como el primero del mundo que tendrá la primera flota de este género en el mundo.
Para la reconversión, ZF ofrece dos tipos de sistemas electrificados que hace cinco años viene desarrollando para los fabricantes de vehículos: el CeTrax, con motorización central eléctrica proyectada para autobuses urbanos, y el AxTrax AVE, eje con dos motores eléctricos que son instalados en las ruedas.
Andreas Hager, director de Smart Mobility de in-tech, explica que el tiempo de reequipamiento es de sólo cuatro semanas. El reequipamiento resulta hasta un 50% más económico por vehículo en comparación con una nueva adquisición. "En una vida útil de 10 años, el autobús eléctrico ahorra, tan solo en combustible, un total de 100.000 euros". El mercado potencial, además, es alto: todos los vehículos industriales que no cumplen la norma de gases de escape Euro 6 pueden ser reequipados, asegura Hager.
En Europa, en torno a 300 ciudades han vetado ya o van a vetar próximamente el acceso y circulación por la ciudad de los vehículos más contaminantes.