La sustitución de los vehículos contaminantes de las flotas de Uber es mucho más rápida en las ciudades que las obligan a electrificarse que en aquellas que cuentan con pocos o ningún objetivo. Para T&E y Ecodes (que forma parte de la federación) "esto demuestra a los líderes, congregados esta semana en la COP26, que las promesas corporativas no son suficientes. Si los políticos no establecen objetivos ambiciosos, las empresas de transporte tardarán en alcanzar las cero emisiones".
Lisboa, Londres y Ámsterdam tienen las tasas más altas de viajes eléctricos en la plataforma Uber, y aun así sólo representan el 6 y el 9%. Madrid, París, Berlín y Bruselas se están quedando todavía más atrás y apenas ofrecen vehículos eléctricos a los usuarios. Uber lo ha hecho mejor donde ya tenía que hacerlo: las capitales portuguesa, británica y holandesa requieren que las operaciones de la empresa se vuelvan eléctricas antes de 2025. Donde aún no existe un impulso regulatorio, caso de Bruselas, Berlín o Madrid, Uber ha hecho poco para progresar.
"Más de un año después de su gran promesa eléctrica, el progreso de Uber parece sombrío. Esto debería servir de lección a los líderes reunidos en Glasgow”, señala Saúl López, responsable del programa de flotas eléctricas de T&E. "Las promesas corporativas no sustituyen a los gobiernos de todos los niveles que toman medidas para defender la salud de sus ciudadanos y el clima. Uber debería estar haciendo más, pero también los gobiernos", añade. De acuerdo con López, "objetivos claros de flotas de cero emisiones darán a estas compañías de servicios de movilidad la certeza de que necesitan invertir”.
Promesas difíciles de cumplir
Tras una intensa campaña (#TrueCostOfUber) impulsada a nivel europeo por T&E, el año pasado Uber anunció que la mitad de sus viajes en las siete ciudades mencionadas estarían libres de emisiones para 2025, Aun así, las emisiones medias de sus viajes sólo han caído un 6%, hasta 97,2 gCO2/km, en 18 meses, según muestran los datos.
A Uber le quedan poco más de tres años para tener que cumplir su compromiso con el 50% de viajes eléctricos. Sin embargo, de acuerdo con Ecodes, la plataforma "tiene truco ya que cuenta como porcentaje agregado en las siete ciudades, lo que significa que, si Londres y Ámsterdam alcanzan el 100%, Bruselas y Berlín pueden quedarse en cero".
Para garantizar que Uber sea limpio en todas partes, Ecodes considera imprescindible que "las autoridades locales "regulen y exijan que todas las flotas de alto kilometraje que operan en áreas urbanas estén compuestas por vehículos de cero emisiones a partir de 2025. Al mismo tiempo, los gobiernos municipales y nacionales también deben mejorar la infraestructura de carga para garantizar puntos de recarga lentos y asequibles en zonas cercanas a los conductores, combinados con los de recarga rápida públicos".
Tres años para demostrar que Madrid le importa
Cristian Quílez, responsable de proyectos de Ecodes, afirma que “el dato de Madrid demuestra la poca preocupación por la calidad del aire y la salud de los ciudadanos, sus clientes. Pero no sólo de la compañía, sino también del gobierno de la ciudad, que es quien debería fijar objetivos y compromisos claros con la electrificación de las flotas urbanas de aquellos servicios que más kilómetros recorren por nuestras calles: taxis, vtc, autobuses y empresas de reparto de mercancías”
En esta línea, concluye que “avanzar hacia una movilidad urbana de cero emisiones pasa por fomentar la interlocución entre todos los actores y poner fin a las barreras, dejando de lado la confrontación. Queremos una movilidad que devuelva la calle al ciudadano, impulse la economía, el comercio local, un urbanismo amable y un estilo de vida saludable. Una movilidad que haga ciudades respetuosas con el clima, el medio ambiente y las personas. Uber tiene tres años para demostrar que Madrid le importa”.