La Fundación Ecología y Desarrollo ha difundido hoy un comunicado en el que recuerda que el escándalo Volkswagen "hizo evidente la necesidad de reformar el actual y fallido sistema de homologación de vehículos, que no logró detectar los dispositivos que falseaban los resultados de emisiones en las pruebas de homologación". Ecodes explica en su comunicado que, "si bien la compañía que asociamos a este escándalo es Volkwagen, han sido muchas más las que han usado software fraudulento; tantas, que, en distintos medios de comunicación, se llegó a hablar de un cártel del diésel”.
Pues bien, en ese marco, la Comisión Europea puso sobre la mesa hace dos años una propuesta para la reforma de este sistema de homologación
La propuesta fue reforzada por la Eurocámara y debilitada -explican desde la Fundación- por los representantes de los Estados miembros en el Consejo de la Unión Europea: "la falta de ambición del Consejo -apuntan en Ecodes- se debió sobre todo a países como Italia y Alemania, pero también a España; es por ello que organizaciones de diversa índole, no sólo ambiental, sino también sindicatos y organizaciones vinculadas a la salud, se han unido para pedirle a nuestro Gobierno -explican desde Ecodes- que apoye la propuesta de la Comisión cuidando así de la salud de la ciudadanía y del medio ambiente". [A continuación, datos extraídos del informe Diesel. The true (dirty) story].
La carta ahora suscrita por Ecodes solicita a los diputados del Parlamento de la nación “que hagan lo posible para que la posición española en el Consejo de la UE sea ambiciosa y apoye a la presidencia estona este 6 de diciembre”. Lo que quieren los firmantes es "que las autoridades competentes en la homologación de vehículos puedan ser supervisadas para evitar fraudes como el Dieselgate, pero también para armonizar la forma en la que se homologan vehículos en la Unión Europea". Según Víctor Viñuales, director de Ecodes, “no habrá otra posibilidad como esta, en al menos una década, para controlar de forma más adecuada lo que sale de los tubos de escape de nuestros vehículos y, por tanto, de tener cierto control sobre la calidad del aire que respiramos”.
Artículos relacionados
Diesel. The true (dirty) story [En la imagen, detalle de la portada de este informe]