El vehículo, que tiene "una capacidad de carga de 700 kilogramos y una autonomía de más de 180 kilómetros, puede alcanzar velocidades de hasta cuarenta kilómetros por hora". Según nota de prensa difundida hoy por las tres compañías, si uno de estos vehículos recorre cinco mil kilómetros al año "evitará unas emisiones de 0,975 toneladas anuales de CO2, suponiendo una producción de hidrógeno con energías renovables, y de 0,357 toneladas anuales de CO2 si el hidrógeno se genera, por ejemplo, por reformado de gas natural (incluyendo el transporte del gas natural, la producción de hidrógeno comprimido y el suministro por carretera)".
Este cero emisiones es fruto de un proyecto de investigación cofinanciado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y liderado por la empresa de transporte Boyacá, que cuenta con una flota de 170 vehículos pesados, 1.200 furgonetas y 300 vehículos ligeros y cuya necesidad de dar soluciones sostenibles a su actividad ha motivado que introduzcan vehículos eléctricos en sus líneas de reparto capilar (el más minorista, detallista). Junto a Boyacá trabajan en el proyecto el fabricante de carrocerías para autobuses y autocares Hispano y la empresa Besel, cuya división de I+D+i colabora, a través de la marca BesElectric, en el desarrollo del sistema de propulsión eléctrico híbrido basado en las tecnologías del hidrógeno y las pilas de combustible.
Entre las ventajas competitivas que oferta este vehículo de reparto capilar frente a los convencionales, dos son fundamentales: emite mucho menos ruido que un vehículo convencional (lo cual lo hace idóneo para reparto nocturno o en centros de ciudad con calles estrechas, con restricciones al tráfico –cascos históricos– o incluso peatonales); y asimismo emite mucho menos CO2 que cualquier otro vehículo (en las ciudades el transporte es responsable del 100% del monóxido de carbono, CO; del 60% de las emisiones de CO2; del 59% del NOx emitido; y del 85% de los hidrocarburos volátiles).
Según Besel, "este vehículo es un punto de inflexión en la carrera hacia la producción de sistemas de propulsión más eficientes y abre el debate sobre la rivalidad entre vehículos eléctricos o de hidrógeno". Para José Sierra, director de I+D+i de esta compañía, “no existe rivalidad entre uno y otro sistema, ya que el desarrollo y la penetración del vehículo eléctrico como modelo sostenible para el sector del transporte favorecerá la demanda del hidrógeno y, con ello, el desarrollo y despliegue de sus tecnologías, tanto en vehículos como en infraestructuras”.
Así pues, las tecnologías del hidrógeno –añade la nota de prensa– no compiten con las de baterías, pues "cada una tiene su nicho de mercado y el éxito del vehículo eléctrico pasa por el correcto uso o combinación de las mismas, en función de la aplicación". De este modo –concluye la nota–, "el vehículo eléctrico se presenta como una alternativa real para cubrir las necesidades del transporte, ya que el hidrógeno le dota de las características necesarias para cubrir las prestaciones que requiere este sector, como son la capacidad de carga, la autonomía y los ciclos de operación".
Más información
www.boyaca.es
www.hispano-net.com
www.besel.es