El vehículo eléctrico desempeñará un papel primordial en la introducción de las energías renovables en el transporte, un sector que, en opinión del secretario de estado de Energía, Pedro Marín, necesita urgentemente la colaboración de todos "para rebajar sus elevados consumos energéticos y minorar sus emisiones de contaminantes". En la inauguración de las jornadas Planes de Transporte a los Centros de Trabajo: Experiencias y Buenas Prácticas, celebrada esta mañana en la sede del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, Marín ha señalado que, desde 1973 el consumo de energía primaria total en España ha aumentado un 135%, mientras que el incremento del consumo energético del transporte ha sido del 240% en ese mismo período, convirtiéndose en el sector con mayor consumo de energía en España.
Así, actualmente el transporte es responsable de más del 40% del consumo de energía, frente al 30% de la industria y otro 30% del sector servicios y residencial. De igual manera, el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero tienen su origen en el transporte. Esas cifras, unidas al hecho de que prácticamente toda esa energía procede de combustibles fósiles, "convierten al transporte en uno de los sectores clave para la reducción de nuestra dependencia del petróleo, materia de la que importamos el 99% de nuestros consumos", según el ministerio. Además, Industria reconoce que hay un "enorme desequilibrio modal del transporte en España, con más del 80% del consumo de energía en el transporte por carretera".
Cien millones de euros fósiles contra diez millones eléctricos
Sin embargo, y paradójicamente, el ministerio acaba de lanzar un plan de reactivación del consumo de vehículos automóviles (Plan 2000E) que se traduce en el regalo de quinientos euros a quienes sustituyan su vehículo de más de diez años por uno nuevo que valga hasta 30.000 euros (cinco millones de pesetas). A pesar de todo, y por muy sorprendente que parezca habida cuenta lo susodicho, Industria insiste en que quiere apostar "por reducir la dimensión energética del transporte por la doble vía de la sustitución paulatina de los combustibles fósiles por fuentes renovables y por el fomento del ahorro y la eficiencia energética en el transporte".
Así, Marín asegura que "la movilidad eléctrica se convierte en la gran baza para la introducción masiva de la energía de origen renovable en el transporte", y esgrime proyectos como el Movele, plan de introducción de vehículos eléctricos en entornos urbanos previsto en el Plan Integral de Automoción, dotado con 10 millones de presupuesto y que tiene como objetivo que en 2010 circulen por las ciudades españolas 2.000 vehículos eléctricos. Por cierto, el Plan 2000E, el nuevo programa de ayudas directas a la compra de coches del ejecutivo, no va a tener una dotación presupuestaria de 10 millones de euros (tiene 100) y está previto esté operativo hasta que se agoten los fondos, que cubrirán a 200.000 vehículos (y no a 2.000, como el Movele).
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