Esta solución permite aprovechar la infraestructura eléctrica existente, agilizando y reduciendo los costes de ampliación de la red de recarga pública. El proyecto también contribuye a reducir el tiempo y el coste de instalación de nuevos puntos de recarga lenta, mitigando la necesidad de nuevas ampliaciones de potencia en la red y reduciendo la ocupación de espacio adicional en las aceras.
“Se trata de una necesidad acuciante en los grandes centros urbanos”, afirma João Diogo Marques da Silva, EVP Comercial en Galp. “En las áreas metropolitanas de Lisboa y Oporto, por ejemplo, más de la mitad de las viviendas familiares no disponen de aparcamiento o garaje, lo que significa que los puntos de recarga tendrán que ser proporcionados por la red pública a través de soluciones como ésta”, añade.
Lisboa y Oporto son, precisamente, las dos primeras ciudades en las que Galp ha empezado a ensayar esta iniciativa, y ahora tiene previsto ampliarla a otras regiones de Portugal.
El desarrollo de la red de movilidad eléctrica de Galp se apoya en proyectos de innovación tanto en Portugal como en España, donde la empresa ha puesto en marcha el proyecto “Second Life Batteries”. Esta iniciativa, localizada en la estación Galp de Alcalá de Henares (Guadalajara), tiene como objetivo la reutilización de baterías de vehículos eléctricos al final de su vida útil para alimentar la red de cargadores ultrarrápidos, pudiendo cargar hasta nueve vehículos consecutivamente utilizando una potencia mínima de la red.
Galp opera en Portugal la mayor red de puntos de recarga eléctrica del país y suma más de 5.500 puntos instalados en la Península Ibérica, lo que le ha llevado a lograr en octubre pasado el millón de recargas en su red de movilidad eléctrica, superando en 10 meses el récord de todo 2023.