• Aproximadamente el 73% de la población europea vive en ciudades, si bien diversos estudios prevén que ese porcentaje alcance el 82 % en 2050.
• El transporte europeo depende en un 96% del petróleo o sus derivados en lo que a sus necesidades energéticas se refiere, lo que representa aproximadamente una tercera parte del consumo total de energía.
• El transporte urbano genera alrededor del 25% del total de las emisiones de CO2 y aproximadamente el 70% de todas las emisiones en las zonas urbanas responsables del cambio climático y es el único sector de la UE cuyas emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando (lo han hecho un 30% desde 1990).
• Según datos del Eurobarómetro Especial 406 publicado en 2013, aproximadamente el 50% de los ciudadanos europeos utiliza a diario el vehículo privado, mientras que solo el 16% utiliza el transporte público y el 12% la bicicleta.
• Según el mismo informe, los ciudadanos de la UE consideran que la disminución de los precios del transporte público (59%), la mejora del servicio de transporte público (56%) y la mejora de las infraestructuras para bicicletas (33%) constituyen medidas eficaces para mejorar la movilidad urbana.
• Cerca del 50% de los desplazamientos en las zonas urbanas no superan los cinco kilómetros (5 km), y que, por ello, en numerosas ciudades podrían realizarse a pie, en bicicleta, en transporte público/colectivo o en cualquier otro medio de transporte, como los recorridos compartidos.
• Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2011 al menos 125 millones de ciudadanos europeos estuvieron expuestos a niveles de contaminación sonora superiores al límite de seguridad de 55 decibelios (dB), siendo la causa más importante el tráfico rodado.
• El 73% de los ciudadanos europeos considera la seguridad vial como un problema grave en las ciudades y que más del 30% de las muertes y lesiones graves en accidentes de tráfico se registran en las zonas urbanas y que frecuentemente se ven implicados usuarios vulnerables de la vía pública y peatones.
• El coche particular es nuestro medio de movilidad preferido: el 43% de los kilómetros recorridos en el mundo son kilómetros de coche y, en Europa, de cada cuatro desplazamientos, tres se hacen en coche. Los vehículos diésel representan en Europa el 55% del parque móvil.
• La dependencia del coche y su corolario, la congestión del tráfico, suponen para el conjunto de ciudades europeas un coste estimado de unos 80.000 millones de euros anuales.
• Un porcentaje de ciudadanos europeos –estimado entre un 15% y un 40%– está expuesto a concentraciones de partículas finas (PM2.5 y PM10), al ozono troposférico y al dióxido de nitrógeno, que exceden los niveles de calidad de la UE y considerando que ese porcentaje aumenta al 90% si se tienen en cuenta las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
• Tan solo en 2010 los costes en la salud causados por la contaminación atmosférica en la Unión Europea se estimaron entre 330.000 y 940.000 millones de euros, o sea, entre el 3% y el 9% del PIB de la Unión Europea.
• La mejor medida disuasoria contra el transporte privado y una de las mejores maneras de aliviar los atascos –sostiene el Parlamento Europeo- es un transporte público, fácil y de calidad.
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