Ecologistas en Acción ha calificado este tema como ‘muy preocupante’, ya que el transporte es el sector con más emisiones de CO₂ y ha aumentado sus emisiones en el periodo 1990-2016 en un 26% según los datos del mismo informe.
Entre las causas del aumento, el informe cita el incremento tanto de la masa como de la potencia de los vehículos de pasajeros matriculados en 2017, la popularización de los SUV (todocaminos) así como la disminución de la venta de vehículos diésel.
El ICCT, la organización que desveló el Dieselgate, también ha estudiado el aumento de CO₂ en las flotas europeas. Su postura es más rotunda y afirma que se debe a un incremento generalizado en el peso de los coches y al protagonismo que los SUV están teniendo en el mercado europeo. Estos vehículos son más pesados y menos eficientes, pero han aumentado sus ventas en un 700% en los últimos 10 años.
Respecto al efecto de la bajada de las ventas de los diésel, el ICCT publica hoy, 8 de mayo, un estudio en el que muestra cómo un vehículo gasolina de las mismas características que uno diésel emite menos CO₂ cuando se miden las emisiones en condiciones reales. Un dato que acompaña a los cálculos de las emisiones en todo el ciclo de vida de un coche diésel, que apuntan a que emite más que un gasolina.
Los países menos emisores
Por otro lado, el informe de la AEMA deja claro que los países con flotas con menores emisiones (Portugal, Dinamarca, Holanda y Grecia) son los países con flotas de vehículos de pasajeros con menos potencia y menor masa. Lo contrario sucede en Alemania, uno de los países con una flota más potente y también con más emisoras.
En el caso de España, las emisiones medias de los vehículos también se habrían visto incrementadas en 0,6 g CO₂/km, de 114,4 a 115 g CO₂/km. Esto supone 10 gramos por kilómetro más que nuestra vecina Portugal, cuya flota de coches es la menos emisora.
En cuanto a los vehículos eléctricos, según la AEMA, dada su poca tasa de mercado, no están teniendo gran importancia en la reducción de emisiones en el conjunto de la UE.
Ante esta situación, Ecologistas en Acción pide al Gobierno que replantee sus políticas propuestas de reducción de emisiones, incluidas tanto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) como en el Plan de Control de la Calidad del Aire (PCCA) y que adopte medidas que reviertan esta tendencia, como un aumento de los impuestos de matriculación y circulación a los vehículos con más emisiones.
Nuria Blázquez, portavoz de Transporte de Ecologistas en Acción: “Ambos planes incluyen en sus borradores subvenciones para la renovación de vehículos, medidas que resultarían completamente contraproducentes, teniendo en cuenta que se podrían llegar a subvencionar vehículos más potentes y con mayores emisiones que aquellos a los que reemplazan. La política de reducción de emisiones debe ir, en primer lugar, por reducir el uso del vehículo privado y, en todo caso, apostar por vehículos de menor potencia y de 0 emisiones”.