Los vuelos de pasajeros que salen de estos cinco aeropuertos europeos emiten 53 millones de toneladas de CO2 que, además, están exentas del impuesto sobre el combustible y de las que menos del 15% se incluyen en los sistemas de tope y comercio de la UE y el Reino Unido, según la coalición de ONGs. Estos sistemas sólo incluyen los vuelos nacionales y de la UE, lo que significa que los vuelos que salen de Europa no están cubiertos.
Jo Dardenne, director de aviación de T&E, señala: "A diferencia de los coches o las centrales eléctricas, la mayoría de las emisiones de los vuelos se liberan fuera de las fronteras europeas, lo que hace que la mayor parte de las emisiones de los aeropuertos europeos se pasen por alto de forma escandalosa. Todos los vuelos deberían incluirse en el sistema de comercio de derechos de emisión, no sólo los que están dentro de Europa".
El 80% de las emisiones de París Charles de Gaulle, por ejemplo, proceden de vuelos de larga distancia, mientras que la mayoría de los que salen de aeropuertos más pequeños, como el de Cracovia, son de corta distancia. Por ello, la contaminación de los aeropuertos más pequeños se grava más que la de los grandes, que acogen vuelos más largos y con mayores emisiones.
Ampliación de los aeropuertos
Para la coalición de ONGs, estas emisiones de carbono no documentadas ni gravadas son importantes a la hora de considerar la ampliación de los aeropuertos. Añaden que las emisiones del sector de la aviación crecieron un 5% anual entre 2013 y 2018, alcanzando el 2,5% de las emisiones globales de CO2, el séptimo mayor emisor mundial si fuera un país.
"Ahora podemos ver el alarmante alcance de las emisiones de los aeropuertos y está claro que el sector de la aviación no está haciendo lo suficiente para frenar su contaminación. No podemos justificar la expansión de los aeropuertos en esta época de crisis climática", concluye Jo Dardenne.
Todos los grandes aeropuertos mencionados tienen planes de expansión, sobre todo Heathrow, responsable de las segundas mayores emisiones aeroportuarias del mundo. Sus 16,2 millones de toneladas de CO2 anuales equivalen a las de 8,1 millones de coches.