Estudios realizados por T&E revelan que tres cuartas partes del transporte de mercancías se realizan por carretera, y si bien sólo el 3% de los vehículos son camiones, estos son responsables del 25% de las emisiones de CO2 en Europa. En los últimos 20 años, la eficiencia en el consumo de combustible de los camiones no ha sido apenas mejorada, pero además, los camiones están relacionados con el 15% de accidentes fatales. Esto es debido a que la actual ley europea 96/53 limita el tamaño de la cabina de estos vehículos. La Comisión Europea está revisando estas normas de seguridad para hacer de los camiones vehículos más aerodinámicos y seguros, pero sólo, a partir de 2028.
Según el último estudio realizado por la Loughborough Design School, algunos camiones tienen ángulos muertos que pueden llegar a los 1,9 metros a pesar de que, ese mismo camión en su versión mejorada, no tenga ninguno o este sea mínimo, lo cual evita cientos de muertes de peatones y ciclistas. Existen grandes diferencias en cuanto a la visión directa – lo que los conductores pueden ver desde la cabina- entre unos camiones y otros, y se ha demostrado que las cabinas de entrada baja, son hoy por hoy las que dan mejor resultado.
Las características de una cabina baja, ofrecen amplia visión directa reduciendo drásticamente los fatales ángulos muertos, mientras que otros modelos, tiene unos puntos ciegos mucho mayores, de hasta 2,72 metros. Otro elemento clave en la seguridad de un camión es la altura del conductor: cuanto más alta sea su posición, peor, pues disminuye su visión directa.
T&E demanda que todos los camiones de nueva fabricación respeten el diseño de cabina baja, ya que asegura una adecuada visión directa, como la de los mejores camiones que circulan hoy por carretera y que carecen de ángulos muertos. Además, la seguridad de la cabina reduciría las emisiones de CO2 y ahorraría combustible, al hacer estos vehículos más eficientes: redondear el frontal de la cabina puede reducir el consumo de combustible y emisiones de CO2, hasta un 5% y si además se añaden otros dispositivos aerodinámicos, esta reducción de emisiones puede ser de hasta un 8%.
Para William Todts, director de transporte de mercancías de T&E, “es sorprendente las grandes diferencias que existen entre camiones muy similares. Esto demuestra que los fabricantes, cuando diseñan un nuevo modelo, no están pensando en la seguridad de peatones y ciclistas. La solución es obvia: necesitamos normas que regulen la visión directa de las cabinas de los camiones. La falta de visión directa causa demasiadas muertes como para poder esperar a 2028. Esto tiene que hacerse mucho más rápido.”
Importa más la capacidad de carga que la seguridad
El problema es que se está dando más importancia a la capacidad de carga del camión que a la seguridad de las personas o al medio ambiente, y esto tiene que cambiar. Un diseño más aerodinámico de los camiones es la forma más efectiva y económica de reducir el consumo de combustible y las emisiones y también, de salvar vidas.
Según la European Transport Safety Council, 4.000 personas mueren en accidentes de camiones cada año. Muchas de las víctimas, unas 1.000, son usuarios especialmente vulnerables, como ciclistas y peatones, que además resultan ser los usuarios del medio de transporte menos contaminantes. Más de una cuarta parte de estos accidentes (28%) ocurren en zonas urbanas y más de la mitad de los accidentes de camión ocurren con ciclistas y peatones, en esas zonas urbanas y a velocidades bajas.
Steve Summerskill, principal investigador del estudio y catedrático en la Loughborough Design School, señala que “los ángulos muertos pueden ser un factor fatal en los accidentes de camiones. Nuestro estudio deja claro que estos puntos ciegos vienen sobre todo determinados por la posición de conducción respecto al suelo, pero también demuestra que el diseño de la cabina es un factor determinante. Reducir la altura a la que se sienta el conductor y a la vez mejorar el diseño de la cabina, la ventana frontal y el diseño interior, puede salvar cientos de vidas”.