Los paneles solares CIGS (cobre, indio, galio y selenio) de película delgada son más delgados y ligeros que los paneles tradicionales de células solares de silicio, hechos de vidrio, según explican fuentes de Midsummer. Los paneles CIGS no son tóxicos (no contienen cadmio) y pueden fabricarse sin marco, "dos características ideales para su uso en edificios y vehículos en las ciudades". Además, son flexibles y pueden doblarse, lo que los hace "ideales para los vehículos en movimiento en cualquier ciudad del mundo". Midsummer estima que los ahorros potenciales para la ciudad de Lublin (Polonia) pueden alcanzar los 2.600 dólares estadounidenses anuales por autobús: "solamente considerando la reducción en el consumo de combustible, se calcula un período de apenas dos años para la recuperación de la inversión en el sistema, sin contar los beneficios medioambientales globales". La vida útil de los paneles sobrepasará los años de vida útil del autobús. La iniciativa Lublin-Midsummer tendrá inicialmente una duración de dos años, período tras el cual será evaluada, según informa la compañía. El primer autobús solar ya está en operación.
Cinco megavatios
Según el presidente ejecutivo de la firma sueca, Sven Lindström, "si es posible instalar paneles solares de película delgada en los vehículos para el transporte público, con rentabilidad energética y períodos cortos de amortización en una ciudad situada al norte de Europa Central, imaginemos el potencial para ciudades más grandes que introduzcan el uso de la energía solar en edificios y vehículos en las regiones soleadas del planeta". Lindström está además "firmemente convencido de que las células solares CIGS de película delgada son las células del futuro". ¿Motivo? "Su eficiencia aumenta cada vez más y sus ventajas sobrepasan las de las células solares tradicionales de silicio. A diferencia de estas, los paneles solares CIGS de película delgada son flexibles y pesan poco, por eso son ideales para instalarlos en vehículos. Además, su fabricación es rentable en pequeños volúmenes". Midsummer asegura que tiene una capacidad de fabricación anual de cinco megavatios y que sus líneas de producción "ocupan poco espacio, son perfectamente escalables y permiten la producción en pequeña escala de células solares y módulos".
CIGS (cobre, indio, galio, selenio), según Midsummer
Aleación de metales que convierte la energía de la luz directamente en electricidad por el efecto fotovoltaico (FV). Las células solares CIGS se fabrican depositando el material sobre substratos de acero inoxidable de 156 x 156 mm mediante el método de pulverización catódica en alto vacío (sputtering). Las células solares Midsummer no contienen cadmio, un material tóxico que se usa habitualmente en células CIGS y otras células solares de película delgada. Las células se conectan en series y se recubren con una capa protectora de plástico para formar un módulo solar flexible. Gracias al uso de substratos de acero inoxidable no es necesario el vidrio para formar los módulos. Los módulos solares CIGS, por lo tanto, son mucho más ligeros y flexibles, según explica Midsummer, "y pueden fabricarse sin marcos para adaptarse a aplicaciones donde las células solares tradicionales de silicio no pueden utilizarse, por ejemplo en estructuras desiguales, débiles o en movimiento".