El mapa online elaborado por la ECF –federación que engloba a más de 60 organizaciones de 40 países– proporciona información sobre las ayudas existentes. Por ejemplo, sobre la cuantía de la subvención, que puede llegar a varios miles de euros por bicicleta; el tipo de bicicleta, desde las convencionales hasta las de carga electrónica; y los grupos destinatarios elegibles. Según la ECF, hay más de 300 planes de incentivos diferentes en estos momentos en los países europeos.
Jill Warren, directora general de la ECF, explica que "las exenciones fiscales y las primas a la compra abren el uso de la bicicleta a amplios grupos de población que antes utilizaban el coche, como los que se desplazan al trabajo y las personas mayores que utilizan bicicletas eléctricas, pero también las familias y las pequeñas empresas, que ahora pueden utilizar bicicletas de carga para su logística".
Sin embargo, Warren cree que hay que ir más allá: "Estos incentivos están muy por debajo de lo que los gobiernos están invirtiendo en rebajas fiscales para los coches de empresa y subvenciones para los coches eléctricos. Ls administraciones públicas deben ofrecer más incentivos fiscales a la bicicleta e incluir planes de apoyo a la compra de bicicletas eléctricas y de carga en sus Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia en el marco del fondo de recuperación NextGenerationEU".
Los líderes de la carrera
En el último año, 14 de los 27 países de la UE contaban con al menos un plan de incentivos fiscales o de primas a la compra a nivel nacional. En cuanto a los planes regionales, Alemania (10 de sus 16 estados) e Italia (10 de 20 regiones) encabezan el ranking. En apoyos locales, Alemania está también a la cabeza con más de 70, seguida de Suiza (más de 60) y Bélgica (casi 40).
La nueva herramienta de ECF ofrece una visión general de estas medidas. Entre ellas se incluyen las siguientes
• Reducción de impuestos para los subsidios de desplazamiento basados en la distancia ofrecidos por los empleadores, por ejemplo en Bélgica;
• Suministro de bicicletas de empresa para los desplazamientos al trabajo y para uso privado como beneficios adicionales libres de impuestos o con tipos impositivos bajos, por ejemplo en Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Luxemburgo y los Países Bajos, y recientemente anunciado en Suecia;
• Planes de desguace de vehículos contaminantes que ofrecen una subvención para las bicicletas eléctricas como sustitución, por ejemplo en Finlandia, Lituania y recientemente anunciado en Francia;
• Incentivos directos a la compra de varios tipos de bicicletas, como la subvención nacional italiana de hasta 500 euros con un presupuesto total de 120 millones de euros introducida el año pasado.
Además de una infraestructura ciclista segura y cómoda, las exenciones fiscales y las primas por compra son instrumentos que han demostrado su efecto positivo en el uso de la bicicleta. Por ejemplo, las evaluaciones de los anteriores planes nacionales de incentivos a la compra de bicicletas eléctricas en Francia y Suecia han demostrado que, respectivamente, el 60 % y el 50 % de los viajes realizados con bicicletas compradas a través de estos planes sustituyeron a los viajes en coche.
Otra encuesta, esta realizada en Bélgica en 2017, mostró que ofrecer un reembolso kilométrico libre de impuestos por ir en bicicleta al trabajo es la medida más eficaz que pueden adoptar las empresas para aumentar los niveles de uso de la bicicleta entre sus empleados.
Planes nacionales de recuperación
Bélgica es el país europeo que más presupuesto ha incluido en su plan nacional de recuperación: 473 millones de euros, equivalentes al 8% del plan, para inversiones en materia de ciclismo, como la construcción de autopistas ciclistas en la región septentrional de Flandes y en los alrededores de Bruselas.
Italia se compromete a construir 1.770 km de vías ciclistas e invertirá 600 millones de euros en reforzar la movilidad ciclista.
Rumanía destinará 120 millones para desarrollar 3.000 km de rutas ciclistas turísticas y completar la ruta ciclista de larga distancia EuroVelo 6. Eslovaquia ha presupuestado100 millones para construir 200 km de vías ciclistas de alta calidad. Francia destinará 100 millones a financiar su plan nacional para el uso de la bicicleta y también está dispuesta a introducir un plan para que los ciudadanos desechen sus coches a cambio de fuertes primas para comprar bicicletas eléctricas en su nueva ley del clima.
En España, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia menciona un plan de movilidad sostenible, segura y conectada en las zonas urbanas; configuración de espacios peatonales y garantizar la conectividad de las personas que viven en zonas despobladas o alejadas; mejorar la e-movilidad; y establecer zonas de bajas emisiones. Unas medidas de gran potencial, pero que según la ECF "hay que traducir en inversión prácticas".
De acuerdo con los datos de la federación, en 2020, se vendieron más de cinco millones de e-bikes en Europa, lo que supone un crecimiento del 42% en comparación con 2019. Lo mismo ocurre con las bicicletas eléctricas de carga: las ventas se quintuplicaron en los últimos cinco años en Alemania y un 350% en el último año en Francia. Cuando hubo incentivos a la compra directa de bicicletas eléctricas en Francia en 2017 y en Suecia en 2018, las cifras de ventas aumentaron más del 50%.