El Trineo de Viento, comandado por el explorador Ramón Larramendi, se encuentra, desde las 08.00 horas de hoy, en la Cumbre de Hielo de Groenlandia, a 3.200 metros de altitud y en el corazón de la isla ártica. Tras 19 días de complicada navegación, con temperaturas que han llegado a variar hasta 43ºC en un solo día (de -28ºC de noche, a 15ºC de día), los expedicionarios han llegado a los aledaños de la base científica antártica Summit Camp, creada en 1989 por la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos para la investigación del cambio climático en el Ártico.
Ya han recorrido 760 kilómetros
La expedición, con seis tripulantes a bordo, ha recorrido ya unos 760 kilómetros y superado los 2.000 metros de altitud que tenían previstos, con un vehículo movido por energía eólica gracias a grandes cometas. Desde allí -informa la SGE-, tienen previsto bajar hasta las cercanías de la costa este de la isla, donde se encontrarán con los tres miembros del equipo que renovarán a parte de los expedicionarios y que ya están de camino: Manuel Olivera, Miguel Herrero y el groenlandés Malik Milfeldt, que sustituyen a Karin Moe Bojsen, Nacho García, Vicente Leal e Ignacio Oficialdegui.
La Sociedad Geográfica Española narra el viaje
La singladura del Trineo de Viento, con 2.000 kilos de carga, comenzó el pasado 21 de mayo por el mar interior de hielo. El gran adelantamiento del deshielo de este año y las inesperadas altas temperaturas que se encontraron los tripulantes, con una nieve muy pesada y blanda, dificultaron la navegación los primeros días, por lo que optaron por dividirse en dos equipos de tres personas; cada uno se movía con dos de los módulos que componen el vehículo y una tienda. “Debemos adaptarnos a las condiciones de la superficie, algo que este trineo permite sin grandes complicaciones”, señalaba desde el hielo Larramendi, su promotor y líder de la expedición.
Condiciones variables como nunca
Desde entonces, los dos equipos fueron por separado o se reunieron en un único convoy en función de las condiciones del viento, que este año están siendo tan variables que no siempre cumplen las previsiones meteorológicas, lo que está retrasando los plazos que tenían previstos en un principio. De hecho, Larramendi, que vive parte del año en Groenlandia y ha pasado en diferentes expediciones por parte de esta ruta, asegura que “en los mismos lugares donde ahora hay lagos inmensos de agua, hace 30 años solo se veía a finales de junio y ahora nos lo hemos encontrado casi dos meses antes”. “Nunca había tenido en ninguna expedición cambios tan bruscos de temperaturas y de vientos”, añade.
Cambio climático en el Ártico
Entre los objetivos de esta expedición, y además de poner a prueba el Trineo de Viento como herramienta para la investigación, está el de recabar datos sobre el cambio climático en el Ártico. A las muestras que se recogen para el proyecto de Nacho López Moreno, del Instituto Pirenaico de Ecología (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), con perforaciones de metro y medio de profundidad en la nieve, se sumarán desde ahora las que realizarán para el glaciólogo Jason Box, estas, a 15 metros de profundidad. El instrumental necesario lo recogerán en la estación científica Summit Camp, única del interior de Groenlandia que está abierta todo el año y lugar de referencia mundial en cuanto a estudios sobre el calentamiento global (allí se han realizado perforaciones de hasta 3.000 metros para estudiar la historia del clima en la Tierra).
Otros 700 kilómetros
Los tres nuevos expedicionarios del Trineo de Viento está previsto que salgan en helicóptero de la localidad de Tasiilaq, en el este de Groenlandia, en unos días para encontrarse con la expedición, que aún tendrá otros 700 kilómetros por delante para llegar al punto del que salieron, cerca de Kangerlussuaq, hace dos semanas. El Trineo de Viento es el único vehículo del mundo movido por energía eólica que es capaz de desplazar una carga de hasta 2.000 kilos de peso. La expedición está patrocinada por Tierras Polares y apoyada por la Sociedad Geográfica Española. Está previsto que culminen sus 2.000 kilómetros de travesía a finales de junio.