La licitación evaluará estudios que permitan a Petrobras avanzan en sus objetivos de disminución de CO2, en línea con la estrategia adoptada por la Organización Marítima Internacional, que quiere reducir la intensidad del carbono en un 40% de aquí a 2030 y las emisiones totales en un 20%. Ente otras medidas, incluyendo un 5% de combustibles y/o fuentes de energía cero o casi cero emisiones en sus operaciones.
En concreto, Petrobras analizará opciones que permitan reducir el CO2 a través de: la optimización de la velocidad de las embarcaciones, rutas alternativas, reformas hidrodinámicas (mejoras del casco, limpieza, apéndices, lubricación por aire); mejoras de la maquinaria (recuperación de calor, hibridación de motores), y tecnologías de captura de CO2 y combustibles alternativos, como el hidrógeno, el metanol, el amoníaco, el biodiésel y el GNL.
Los adjudicatarios también deberán plantear alternativas de repostaje de combustibles marinos a través de los puertos para mitigar riesgos, teniendo en cuenta las tendencias del mercado y la rentabilidad de las gamas de operaciones logísticas.
El plan estratégico 2022-2026 de Petrobras incluye una reducción del 70% de las emisiones totales y cero emisiones netas para 2050. Está apoyado por un fondo específico de descarbonización, cuya principal finalidad es acelerar la identificación y el desarrollo de las mejores soluciones al menor costo para lograrlo, con acción en las emisiones de alcance 1, 2 y 3.
Petrobras también tiene en marcha iniciativas para optimizar las rutas y controlar la velocidad de los buques, así como avances en la contratación de embarcaciones con mejor rendimiento de consumo.
De acuerdo con el grupo, aún existen grandes brechas tecnológicas para lograr las cero emisiones netas, “y la innovación y la ingeniería son claves para el desarrollo de soluciones bajas en carbono".