Para conocer en detalle este proyecto hay que trasladarse al muelle de Mizuho, en el norte del distrito de Minato Mirai. Allí, una extensión del tamaño de un patio de una escuela acoge un aerogenerador que forma parte del parque eólico Hama Wing. La torre tiene 78 metros de altura y las palas una envergadura de 80 metros. Esas características le permiten generar unos 2,2 gigavatios de electricidad al año, suficiente para abastecer 500 hogares durante ese tiempo. Ahora, toda esa electricidad se emplea para generar hidrógeno.
Próximo al aerogenerador, aparecen unas construcciones similares a unos enormes hangares de almacenamiento de color blanco. En una de ellas se encuentra el sistema que almacena la electricidad sobrante del Hama Wing y que ha sido fabricada a partir de las baterías recicladas de decenas de Toyota Prius. En concreto, el equivalente a 180 Toyota Prius.
Junto este sistema hay otra instalación, que no es otra que el sistema de electrólisis de agua, que produce el hidrógeno a partir de agua. Una vez obtenido, el H2 se almacena a su vez en un gran cilindro, de más de 10 metros de altura, para su posterior uso como combustible para carretillas elevadoras de pila de combustible. El cilindro tiene capacidad para almacenar el hidrógeno necesario para impulsar 12 carretillas elevadoras durante dos días.
La compresión del hidrógeno, último paso necesario antes de su transporte, se lleva a cabo mediante una máquina compacta de unos dos metros de altura y luego el hidrógeno comprimido es transportado en un camión a distintas plantas para que las carretillas elevadoras de pila de combustible lo utilicen. En cada viaje es posible transportar el h2 necesario para seis carretillas elevadoras.
Así, y resumiendo, la electricidad procedente de la energía eólica generada en el parque japonés de Hama Wing se emplea para extraer hidrógeno del agua. El hidrógeno se almacena, se transporta y se utiliza, y todo ello contribuye a la consecución de un modelo de cadena de suministro bajo en carbono (se espera que las reduzca en hasta un 80% respecto a sis se utilizasen carretillas elevadoras a base de gasolina o electricidad), vislumbrando un futuro en que el hidrógeno –el elemento más común del universo– será, con mucha probabilidad, una forma de energía mucho más común.
En el proyecto olaboran la Prefectura de Kanagawa, los gobiernos municipales de las ciudades de Yokohama y Kawasaki, Iwatani, Toshiba, Toyota, Toyota Industries, Toyota Turbine and Systems y Japan Environment Systems.