Greenpeace y Ecologistas en Acción presentarán hoy un recurso contencioso administrativo contra ese decreto, aprobado a finales de junio unilateralmente, sin pasar por el pleno, por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid (el decreto, vigente desde el pasado lunes, establece una moratoria -explican los ecologistas- que permite el acceso libre al centro de la capital a cualquier vehículo contaminante). Ambas organizaciones consideran que la moratoria aprobada es un paso atrás en la lucha contra la contaminación, pues su aplicación desactiva de facto el funcionamiento de Madrid Central. Según Ecologistas y Greenpeace, la zona de bajas emisiones había conseguido rebajar los niveles de polución a "mínimos históricos" a partir de la aplicación, a mediados de marzo, de sanciones a los vehículos infractores.
"Aunque Martínez-Almeida ha anunciado que no revertirá Madrid Central -explican los denunciantes-, la decisión de permitir el tráfico libre en el centro los próximos meses supone un perjuicio para la salud pública, más aún en época de altas temperaturas y escasas precipitaciones"
Según el comunicado que han difundido las dos oenegés, ayer, representantes de ambas mantuvieron, junto a otros representantes de la Plataforma en Defensa de Madrid Central, una reunión con el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, con el fin de conocer los planes para la zona de bajas emisiones. "Pese a que, desde el Ayuntamiento, se han comprometido a no revertir Madrid Central -explican los ecologistas-, el consistorio insiste en mantener la moratoria hasta, al menos, el 1 de octubre". Por este motivo, las dos oenegés han decidido presentar el recurso, "con el fin de evitar un perjuicio adicional a la salud pública durante dicho periodo". Además -lamentan los denunciantes-, "previsiblemente no será un Madrid Central como el que hemos conocido y que se ha mostrado muy eficaz para reducir la contaminación, sino uno mucho menos ambicioso".
Decenas de miles de personas se manifestaron el pasado fin de semana para pedir al alcalde respetar Madrid Central en la forma en la que estaba, como medida necesaria para reducir la contaminación de los coches que, cabe recordar, cada año se cobra la vida de casi 40.000 personas en nuestro país. La propia Ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestaba el miércoles públicamente que la Comisión Europea cree que revertir Madrid Central es "una provocación y crea desconfianza en las autoridades europeas”.