La razón es muy concreta: la industria automovilística asegura que necesita más tiempo para cumplir con el límite de los 120 gramos, tope de emisiones por kilómetro recorrido que los ecologistas quieren que se fije, como muy tarde, en 2012. Los fabricantes dicen sin embargo que, como pronto, se pueden comprometer a que todos sus vehículos sean "-120 gramos"... en 2015. He ahí la diferencia.
Entre tanto, la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea decidirá sobre este tema a finales del mes de septiembre, mientras que la Comisión de Industria votó hace unos días a favor de una introducción paulatina del objetivo: que el... 60% de todos los nuevos coches vendidos en Europa en 2012 cumplan el objetivo de... 130 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.
¿Conclusión? La organización ecologista Greenpeace ha organizado una caravana de automóviles eficientes que ha recorrido esta mañana las calles de Bruselas "para demostrar que ya existen modelos que cumplen con el objetivo de reducción de las emisiones de CO2 de la Unión Europea (UE), una reducción que la UE plantea para los nuevos coches que se vendan en Europa a partir de 2012".
Con este acto, dicen los ecologistas, "queremos desmontar los argumentos de la industria automovilística de que es necesario más tiempo para llegar a cumplir con el límite de 120 gramos de CO2 por kilómetro". La prueba la aportan las compañías automovilísticas: todos los coches conducidos por los ecologistas en esta ocasión cumplen ya con el objetivo de reducción de las emisiones de CO2 de la UE (120 g/km), lo que demuestra, dice Greenpeace, "la disponibilidad en el mercado de muchos modelos con esas características y a un precio competitivo para la mayoría de los fabricantes de coches".
Los números son, concretamente, los siguientes: el Opel Corsa 1.3 CDTI emite 119 gramos de CO2 por kilómetro; el Renault Clio 1.5 DCI, emite también 119 gramos; el Ford Fiesta 1.5 DTCI, también 119; el Polo 1.4 TDI 70 CV, lo mismo; el Citroën C4 1.6 HDI, exactamente 120 gramos de CO2 por kilómetro, según la propia Citröen; el Smart Fortwo 0.8 CDI 30 KW, solo 88 gramos; el Toyota Prius 1.5 VVT-i Hybrid, 104; y el Peugeot 207 1.4 Hdi, 117.
Según Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Transporte de Greenpeace, "todos los vehículos que hemos llevado al Parlamento están ya a la venta y sus emisiones son inferiores, o iguales, a las marcadas por los objetivos de la UE. Esto demuestra que si la industria quiere retrasar tres años más el objetivo 120, hasta 2015, es para ganar más tiempo y seguir con su visión anticuada del mercado".
Este acto, coincide con la publicación del informe de Greenpeace "Fuera de la carretera: La industria automovilística infla sus costes para reducir la ambición en la lucha contra el cambio climático" que explica, según los ecologistas, cómo los costes financieros y sociales de cumplimiento de las legislaciones ambientales han sido exagerados repetidamente por la industria automovilística como parte de su estrategia de debilitación de la política europea en materia de salud y medio ambiente".
Uno de los ejemplos más llamativos es el caso de la /Directiva sobre los límites de las emisiones de los vehículos. Según denuncia Greenpeace en su informe, cuando entró en vigor la Directiva, el precio de los automóviles no varió ni de forma repentina ni en una cantidad ingente. Hoy en día, un catalizador cuesta entre 40 y 70 euros por unidad, casi una décima parte de lo que los fabricantes habían previsto (entre 420 y 560 por vehículo). Además, en 2005, la evaluación del impacto positivo de esta Directiva sobre la salud y el medio ambiente estimaba beneficios por unos 2.000 millones de libras tan sólo en el Reino Unido (2.500 millones de euros).
Más información:
www.greenpeace.org