El sistema EMIC "se pretende implantar, en una primera fase, en prototipos de scooter y, posteriormente, en el resto de vehículos con motor eléctrico", según el fabricante de baterías Saft, que señala en el comunicado que ha difundido hoy que "el objetivo final es iniciar el cambio de generación de los motores convencionales de combustión a motores totalmente eléctricos y ecológicos sin emisión alguna y garantizando las mismas prestaciones". La gran ventaja de este sistema –apuntan desde Saft– es que, con EMIC, es posible prescindir de grandes baterías.
EMIC es un proyecto impulsado por el Consorcio del Vehículo Eléctrico e Híbrido de Dos Ruedas, Convehidor, que actúa como "plataforma de innovación y desarrollo tecnológico para la estandarización y composición de nuevas tecnologías que aumenten las posibilidades de recarga y mejoren las prestaciones de los motores eléctricos", según definición de Saft. Liderado por Ecomotive Innova Consultores, el consorcio cuenta, entre sus miembros, a Saft Baterías, Ticnova, el Instituto Tecnológico de la Energía de Valencia y la Fundación aiTIIP de Zaragoza.
El Grupo Saft se define como "el primer fabricante mundial de baterías industriales de níquel-cadmio y de baterías primarias de litio para múltiples mercados". El grupo se presenta asimismo como "líder europeo en tecnologías especializadas de baterías para el espacio y la defensa". Presente en dieciocho países, Saft emplea a unas 4.000 personas en todo el mundo, tiene quince plantas de fabricación y está registrado en el índice SBF 120 del Mercado de Stock de París.
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