En 2013, la London Taxi Company se enfrentó a la Administración antes de que Zhejiang Geely Holding Group interviniera para rescatar a la firma. Según publica la prensa británica, el grupo chino aportó 300 millones de libras (cerca de 348 millones de euros), que han permitido abrir la planta de convertry y contratar a más de mil personas, incluyendo 200 ingenieros.
El nuevo taxi eléctrico se pondrá a la venta en Londres hacia finales de 2017, y en todo el mundo a principios de 2018. De acuerdo con Geely, se producirán 5.000 vehículos al año para 2019. La fábrica también se convertirá en un centro de investigación y desarrollo en trenes de potencia de vehículos eléctricos y estructuras de carrocería ligera de aluminio, que se aplicarán en todos los vehículos fabricados en la planta.
"Esta es una fantástica historia de una empresa que estaba de rodillas en 2013. Ahora, gracias al compromiso de la alta dirección de Geely y la gran inversión que lo acompaña, el icónico taxi de Londres está listo para su renacimiento”, ha declarado el líder sindical regional Peter Coulson, que también califica la apertura de la fábrica como una excelente noticia “en términos de puestos de trabajo altamente cualificados y la creación de futuras oportunidades de empleo. Es un impulso maravilloso para la economía de West Midlands".
El presidente de la London Taxi Company, Carl-Peter Forster, ha dicho sentirse "muy orgulloso de lo que hemos logrado” y de “la firme participación (de la compañía) como un nuevo líder automotriz mundial en vehículos comerciales urbanos".
"Esta planta, y la inversión relacionada, es sólo un símbolo de mi compromiso y máxima confianza en el Reino Unido”, ha declarado, por su parte, Li Shufu, presidente de Zhejiang Geely. Y ha asegurado que “China sigue viendo al Reino Unido como un centro para la innovación en las nuevas tecnologías energéticas”. Palabras que la prensa británica interpreta como un apoyo de China al Reino Unido tras el Brexit.