La línea de ayudas a baterías del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico de Batería (Perte VEC III) está dotada con 300 millones, y con ella el Gobierno busca acelerar la financiación y transformación de la movilidad española. En términos generales -informa Europa Press-, la tercera convocatoria del Perte VEC III está dotada con 500 millones de euros, 300 millones (200 millones en subvención y 100 millones en préstamos) destinados a una línea de baterías para vehículos eléctricos y 200 millones para la sección de la cadena de valor. La convocatoria ahora abierta ha actualizado su redacción con respecto a la convocatoria de ayudas de la sección A del Perte VEC II de 2023 "con el fin -informa Industria- de mejorar su aplicación y desarrollo".
En concreto, se establece como novedad que el presupuesto mínimo financiable para proyectos incluidos en la sección A deberá ser de 10 millones de euros. El plazo de presentación comenzará este lunes a las 10.00 horas y finalizará el próximo 19 de julio, a las 14.00 horas.
En la anterior financiación, esta línea reconoció 509 millones de euros en subvención y 100 millones en créditos a más de una veintena de proyectos, incluido el de la planta para el ensamblaje de baterías de vehículos eléctricos de Ford en Almussafes (Valencia), aunque la empresa ha renunciado a estas subvenciones.
La apertura del plazo de presentación de solicitudes de esta línea del Perte VEC III se da en medio de quejas del sector y de la renuncia del presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Wayne Griffiths, ante la "inacción del Gobierno en favor de la electrificación".
Al respecto, Hereu, afirmó que la dimisión del consejero delegado de Seat/Cupra, de la presidencia de Anfac, es "un toque de atención que tenemos que tener presente", al tiempo que reivindicó el trabajo del Gobierno en la electrificación: "estamos invirtiendo no centenares, sino miles de millones de euros".
El ministro ha dicho que el Gobierno está trabajando en dos puntos que Griffiths ha remarcado y con los que se ha mostrado de acuerdo: la necesidad de mejorar la red de recarga e impulsar nuevos incentivos "que sean más claros de cara al consumidor".