Disa Corporación Petrolífera SA acaba de anunciar que ha participado en "la puesta en marcha del primer autobús urbano del país que incorpora un sistema dual de suministro de combustible". La acción -informa Disa- se ha llevado a cabo "con la colaboración del Grupo Arriva, grupo que opera en el sector del transporte y que se ha sumado a la iniciativa a través de su empresa De Blas, que pertenece al Consorcio de Transportes de Madrid". Según Disa, "la iniciativa forma parte de un proyecto de I+D pionero en España, tanto en el ámbito del transporte como en la movilidad urbana de las grandes ciudades, que aspira a convertirse en la opción más viable para transformar la flota actual que opera en las urbes".
Alternativo
Disa, que es una empresa distribuidora de productos energéticos, asegura que el AutoGas es "un carburante alternativo que reduce sensiblemente las emisiones de dióxido de carbono, de óxido de nitrógeno y de partículas, al mismo tiempo que resulta más barato". La participación de Disa en este proyecto se ha centrado en asumir el proceso de transformación del vehículo; además, Disa suministrará este combustible a través de su red de distribución. Por su parte, la empresa De Blas se compromete a probar este vehículo en sus rutas de transporte interurbano con el objetivo de garantizar la viabilidad del proceso y de la transformación. Asimismo, recopilará los datos de consumo reales para su evaluación y valoración.
Qué es el autogás
El Autogas es el GLP (gas licuado de petróleo) usado como carburante para vehículos a motor. Es una mezcla de butano y propano. Esta composición y las características de la mezcla para su uso en automoción se encuentran reguladas. Según la Comunidad de Madrid, actualmente más de 25 millones de vehículos usan autogás GLP en todo el mundo. En Europa -y siempre según la misma fuente-, lo usan 15 millones de vehículos, mientras que en España lo emplean más de 50.000. Según datos de la Asociación Española de Operadores de GLP (gas licuado de petróleo), en el mercado norteamericano el 85% de las carretillas elevadoras utilizan el gas licuado como carburante; en Europa, el 15% y en España solo el 2%.
