El precio medio de un vehículo eléctrico nuevo vendido en Europa durante este año ha sido de 41.571 euros, mientras que en 2019 se situaba en 47.267, según informa Asepa en su último boletín informativo. La patronal del automóvil recoge estos datos del informe realizado por BloombergNEF para la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) sobre la evolución de precios de los modelos más sostenibles en los próximos años.
La caída del precio de los eléctricos en los últimos dos años hace que la brecha con respecto al diésel sea de 5.700 euros tras reducirse un 58% desde 2019; y de 13.617 euros para los gasolina, un 40% menos que hace dos años. Teniendo en cuenta las ayudas del Plan Moves III, aprobado por el Gobierno a mediados de mes de abril y que contempla incentivos para fomentar la movilidad sostenible, este diferencial podría estrecharse aún más e incluso salir más económico un eléctrico frente a un diésel.
Las ayudas en el caso de achatarrar un vehículo pueden llegar a los 7.000 euros, lo que dejaría la brecha de precios con respecto a los modelos gasolina en 6.617 euros y en 1.300 euros a favor del comprador del eléctrico frente al diésel.
Desde Asepa añaden que este comportamiento choca con la evolución experimentada por los diésel y gasolina, ya que su precio no ha dejado de subir en los últimos años. Esto es debido a la inclusión de más tecnología en los vehículos y al impacto de normativas, como la de emisiones que entró en vigor el pasado enero y que encarece un 5% de media el precio en la mitad de la oferta actual de vehículos, según Anfac.
Cada vez más modelos
El descenso de precios en los vehículos eléctricos se debe, principalmente, a la irrupción de más modelos en el mercado. A más variedad, los precios bajan y se reposicionan en unos niveles cada vez más asequibles para el comprador. No obstante, desde Asepa señalan que "el eléctrico sigue siendo un vehículo de alta gama y solo al alcance de hogares con rentas superiores a los 2.500 euros mensuales, que son dos de cada diez en nuestro país (datos del INE)".
La tendencia es, no obstante, a seguir reduciéndose los precios, máxime con la irrupción de más fabricantes en este segmento y apostando por modelos mucho más accesibles. La patronal Asepa pone como ejemplo el Dacia, que ha lanzado recientemente su modelo ‘Spring’. Su precio de partida es de solo 16.548 euros y, teniendo en cuenta las ayudas del Plan Moves III, podría quedarse por debajo de los 10.000 euros, es decir, en unos niveles solo vistos en modelos muy particulares como el biplaza Renault Twizy.
Esta reducción de precios está en sintonía con el informe publicado por BloombergNEF para T&E, que señala que los coches eléctricos serán más baratos que los de combustión en 2027. El motivo de este abaratamiento se deberá, en gran medida, a la reducción del precio de las baterías, que podrían ser un 60% más económicas en 2030.
Se podrá atenuar así la barrera del precio, que preocupa al 48% de los potenciales compradores españoles, aunque aún deben mejorarse otros aspectos como el tiempo de carga (27%), la autonomía (20%) o la red de infraestructuras, que son las grandes preocupaciones para su compra, según el II Observatorio de la Movilidad Sostenible de España realizado por Grant Thornton y la Fundación Ibercaja.