El vehículo es el resultado del proyecto de innovación tecnológica VEMTESU (Plataformas Vehiculares, Modulares y Autoportantes de Tracción Eléctrica de Alta Eficiencia para Servicios Urbanos’) desarrollado dentro de un consorcio liderado por FCC, con la participación de otras cuatro empresa: Irizar, Iveco, Jema y Jofemar, todas ellas de gran relevancia en el sector de la automoción y en las áreas científico-técnica y de tecnología eléctrica-electrónica.
El proyecto ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo de Crecimiento Inteligente 2014-2020, al amparo del Ministerio de Economía y Competitividad a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
Según se explica en la web de FCC, "se trata de un vehículo netamente urbano y eléctrico, versátil en cuanto a configuraciones de carrocería y de potencia, formado por una nueva estructura del chasis, modular y de tracción eléctrica permanente y una cabina de altura reducida, adelantada y panorámica que mejora la ergonomía y facilita la ejecución de los servicios, con los controles de la carrocería integrados en el chasis. La infraestructura motriz consiste en un motor eléctrico de tracción, baterías de alta potencia y sistema electrónico unificado”.
El vehículo está diseñado para a circular por ciudades y entornos urbanos sin generar contaminación atmosférica ni acústica. Incorpora tecnologías del grupo Irizar en tracción eléctrica, almacenamiento de energía y electrónica de control así como el resto de sistemas suministrados.
La tecnología es 100 % eléctrica Plug-in, de manera que el camión sale de su base de operaciones con las baterías a plena carga y hace su servicio completo en modo 100% eléctrico, siendo por tanto, vehículo ZEV (Vehículo con Emisiones Cero).
En caso de necesitar extender su autonomía utiliza un sistema motor térmico/generador de gas natural comprimido (GNC) cuya finalidad exclusiva es la auto-recarga de las baterías. Este motor auxiliar funciona a un régimen constante en el punto de máxima eficiencia, con lo cual se sitúa en el mínimo consumo de energía y nivel de emisiones posible. Alternativamente, el vehículo se puede diseñar para ser full-electric o incluso para ser propulsado por pila de combustible (hidrógeno).