La OCU asegura que la movilidad sostenible es posible, pero para que se convierta en la opción más asequible y sencilla para el ciudadano, la organización considera necesario abordar una serie de cambios estructurales. La OCU cree que es conveniente situar a las personas en el centro de las políticas públicas para facilitar una movilidad inclusiva, universal y adaptada a las necesidades de todos los ciudadanos. Todo ello priorizando, como no puede ser de otro modo, que se trate de un desplazamiento sostenible.
En la OCU identifican tres modalidades de transporte (privado, público y los que operan a media y larga distancia) y en cada caso plantean propuestas para que esa movilidad sostenible sea una realidad: la mejora de las etiquetas ecológicas, la implantación de zonas de bajas emisiones, la inversión en infraestructuras de transporte publico o la actualización de la red ferroviaria.
En los viajes de corta distancia, muchos ciudadanos se ven obligados a coger su vehículo para desplazarse, ya que la conexión entre el punto de partida y el destino no cubre sus necesidades. Por otro lado, en los desplazamientos de media y larga distancia el tren es la opción más ecológica, pero en España hay muchas zonas a las que no llega o están mal comunicadas, y las rutas de alta velocidad suelen tener precios prohibitivos, por lo que las personas acaban decantándose por opciones de transporte menos sostenibles, como el coche o el avión.
Etiquetado ambiental
Aprovechando la entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), la organización, mantiene su petición de revisar el sistema de etiquetas de la DGT de modo que se contemplen las emisiones reales, no el tipo de motor del coche. Un estudio reciente de la OCU revela que los automóviles más vendidos con motor de combustión y etiqueta "C" generan unas emisiones de CO2 durante su ciclo de vida similares o incluso menores a buena parte de los vehículos "Mild hybrid" y algunos de los híbridos enchufables (cuando funcionan con gasolina) más grandes y potentes, coches que gozan del etiquetado "Eco" o "Cero emisiones", distintivos que facilitan el acceso y aparcamiento en las ZBE.
Además, el retraso en las ayudas está desincentivando la compra de coches menos contaminantes. Es por ello por lo que la OCU insta al Gobierno a agilizar la concesión de las ayudas, para que se otorguen en el mismo momento de la compra del vehículo, tal y como se contemplaba en el anterior Plan Pive, mucho más sencillo y efectivo -afirma la OCU-, un planteamiento similar al llevado a cabo en países como Italia o Austria. Otra solución interesante, por su inmediatez, sería descontar el importe de la ayuda del Plan Moves III del coste del IVA.