El Día sin Coches es una iniciativa que parte de la Comisión Europea -su principal impulsora allí fue la comisaria Margot Wallström- y que se celebra cada 22 de septiembre desde el año 2000 con un doble objetivo, por un lado, promover la reflexión individual y colectiva sobre el uso del automóvil privado como forma de transporte; y, por otro, potenciar la utilización por parte de la ciudadanía de medios de transporte alternativos en un entorno pacificado, es decir, sin la masiva presencia de vehículos motorizados en las calles y plazas. Hoy se celebra en toda Europa la décima séptima edición del Día sin Coches, una de las principales actividades que forman parte de la Semana Europea de la Movilidad. Según Ecologistas en Acción, este evento es "una oportunidad única para sensibilizar a la ciudadanía sobre las ventajas de la reducción del tráfico motorizado".
Discurso
Sin embargo -explican desde esta oenegé-, "más allá de los discursos grandilocuentes sobre modelos de movilidad sostenibles, el diseño e implementación del Día sin Coches por parte de los ayuntamientos de grandes ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla o Bilbao no supondrá restricciones reales al automóvil". Antes al contrario, Ecologistas denuncia "malas prácticas [por parte de las administraciones] que contribuyen de forma directa a invisibilizar la jornada". ¿Por ejemplo? "Trasladar la celebración del Día sin Coches a días festivos o fines de semana (una práctica demasiado habitual en muchas ciudades), permitir que el tráfico motorizado circule por toda la ciudad sin cortes ni restricciones, no poner en marcha medidas de promoción del transporte público y el transporte no motorizado y obviar la realización de campañas de sensibilización sobre el evento".
Propuestas
Frente a todo ello, Ecologistas en Acción propone "la organización de la movilidad urbana en torno al transporte público y a modos de transporte no motorizados". Según esta oenegé, esa línea de trabajo resulta "imprescindible para construir entornos urbanos más saludables, económicamente más eficientes, socialmente más inclusivos y, así mismo, más respetuosos con el medio ambiente". Así, los ecologistas piden hoy a las distintas administraciones "la puesta en marcha de políticas reales y tangibles que combinen la disuasión y restricción del vehículo privado, por un lado, y el estímulo de peatones, ciclistas y formas de transporte colectivo, no un día, sino durante todo el año; solo de esa forma -concluye Ecologistas- las instituciones podrán estar a la altura de sus discursos y los Días sin Coches serán justo eso: días sin coches".