Durante los últimos años se habían logrado mejoras en la eficiencia de los vehículos, que habrían llevado a una disminución en las emisiones de los vehículos entre los años 2008 y 2016. Pero a partir de 2016 se ha producido un notable aumento de emisiones, que está ligado al aumento de ventas de coches más pesados, sobre todo los SUV (siglas en inglés para Vehículo Deportivo Utilitario), según señala la ONG en su informe Los SUV contra el clima.
El estudio cita como ejemplos algunos de los SUV más vendidos en 2018 en el Estado español, como el Nissan Qashquai. Incluso el Qashquai que menos emite supera los 120 gramos de CO₂/km, por encima de la media de los vehículos vendidos ese año. El caso de los SUV de gamas altas, como el Mercedes GLC es aún peor, ya que rozan los 300 g CO₂/km.
Ecologistas en Acción indica que su análisis demuestra que la subida de las emisiones de CO₂ no se debe a la disminución de ventas de los vehículos diésel, como se ha argumentado a menudo. Para ello analiza los datos de emisiones de los vehículos diésel aislados de los de gasolina, comprobando que hay una tendencia al alza de emisiones también en los vehículos diésel. Se observa además que las medias de emisiones de CO₂ para los gasolina y los diésel son prácticamente las mismas.
A partir de estos datos, Ecologistas en Acción ha propuesto una reforma del impuesto de matriculación, IEDMT, de manera que se grave por cada gramo de CO₂ por kilómetro. Esta medida ya se ha puesto en marcha en Finlandia con muy buenos resultados.
Asimismo, el estudio advierte del desastroso impacto que tendría un plan renove de vehículos en estos momentos, ya que conduciría a un notable aumento de las emisiones en el sector del transporte.
Nuria Blázquez, coordinadora de transporte de Ecologistas en Acción: “En un contexto de crisis climática, comprar un coche con emisiones muy altas no debería estar permitido. Es una amenaza contra todas las personas que habitamos el planeta por lo que pedimos al menos un aumento de los impuestos para estos coches. Esperamos que pagar más haga reflexionar a la gente antes de comprar un vehículo que es nocivo tanto para su propia supervivencia como para la de sus hijas e hijos”.