A finales de 2019, una coalición de ONGs de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos y Bélgica lanzaron una campaña que busca transformar las flotas de las compañías de servicios de transporte con conductor hacia vehículos cero emisiones. Ahora se suman España y Portugal.
"La transición hacia una movilidad eléctrica la tenemos que ver primero en las ciudades. Debido a las características de los desplazamientos y distancias recorridos en ciudad, los vehículos eléctricos ya son la opción más ventajosa tanto para quien los conduce como para la calidad del aire de la ciudad por donde circulan. Por ello, comenzar con quienes más kilómetros recorren por nuestras calles podría ser una buena idea", indican desde Ecodes.
La fundación recuerda que la demanda de servicios de transporte con conductor ha aumentado rápidamente durante los últimos años. Debido a su alto kilometraje y a su funcionamiento, principalmente en áreas urbanas, UBER, las VTC y el taxi tienen un fuerte impacto en las emisiones de CO2 en nuestras ciudades. Según datos de Ecodes, las VTC están multiplicando el número de desplazamientos de vehículos en las vías urbanas, y los servicios de taxi son responsables de entre el 10 y el 20% del tráfico urbano.
Esto plantea un desafío importante en términos de aumento de las emisiones y de congestión del tráfico. En Madrid, por ejemplo, los vehículos lideran la contaminación del aire con un 46,9%, según el “Inventario de emisiones de contaminantes a la atmósfera en el municipio de Madrid”.
Ventajas de la movilidad 100% eléctrica
Debido al alto kilometraje que hacen los taxis, Uber y este tipo de vehículo, sus sustitución por motor eléctrico es sustancialmente mayor en términos de reducción de emisiones de COS que en el resto del parque de vehículos privados. La actividad de los conductores de las VTC varía ligeramente entre las ciudades europeas, pero asciende a unos 60.000 km al año, en comparación con los 12.000 km anuales de un conductor europeo medio. Así, la sustitución de un automóvil de VTC convencional por uno eléctrico aporta hasta tres veces más beneficios en términos de emisiones de gases.
La electrificación de los servicios de VTC no solo conducirá a un ahorro sustancial de CO2, sino que también significará una mejor economía para los conductores: entre 2.500 y 3.000€ de ahorro. Eso sí: para ello es crucial el acceso a puntos de recarga, en el hogar, el de la compañía o de acceso público.
"Las empresas de transporte con conductor, así como el sector del taxi, tienen la oportunidad de liderar el cambio comprometiéndose con la electrificación de sus vehículos y mejorando así la calidad del aire y acústica en las principales ciudades europeas", indican desde Ecodes. Y añaden que dicho compromiso "estaría en consonancia con las estrategias de muchas ciudades de prohibir los vehículos con motor de combustión interna y aportaría beneficios a corto y largo plazo para las empresas de VTC y sus conductores. A la vez que se acomoda al establecimiento de las Zonas de Bajas Emisiones, las cuales deben instaurarse obligatoriamente en las ciudades de más de 50.000 habitantes antes de 2023, según el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética".
La campaña “Por una movilidad sin humo en las ciudades” tiene en marcha una recogida de firmas para lograr ese compromiso de las compañías del sector con la electrificación del 100% de sus desplazamientos antes de 2025. Si quieres apoyarla, puedes firmar desde este enlace.