Las proyecciones en el mercado de vehículos eléctricos (VEs) siguen siendo optimistas, según este informe, que cita, entre otras muchas fuentes, a la Agencia Internacional de Energía (AIE), que espera que los vehículos eléctricos se conviertan en un mercado masivo en los próximos diez a quince años. Tres son los obstáculos principales a los que se enfrenta en todo caso la penetración del vehículo eléctrico, según Wisdom Tree: el coste de las baterías continúa siendo elevado; las estaciones de recarga no son suficientes; y la autonomía media -320 kilómetros- es percibida por el usuario como escasa.
Con respecto a la primera de las barreras a las que se enfrenta la penetración del vehículo eléctrico -baterías caras-, el informe Wisdom Tree matiza que la innovación tecnológica está propiciando un gran abaratamiento. De hecho, ha permitido que estos costes hayan disminuido desde los mil dólares por kilovatio hora de 2010 a los menos de 250 de hoy, según S&P Global Platts. Es más, "se espera que los precios de las baterías hayan disminuido para 2030 otros 100 dólares, momento en el cual -opinan los autores del informe- es probable que los VEs pasen a ser competitivos con los vehículos con motor a combustión interna".
Las baterías de iones de litio son las baterías más utilizadas en los VEs debido a su alta densidad de energía. Según el Informe Wisdom Tree, que cita aquí a la firma consultora Roskill, "los metales representan el 40% de los costes de las LiBs". Y es que estas baterías no solo están hechas de litio, sino que también emplean otros metales, como el grafito, el cobalto, el níquel y el manganeso. Las cinco tecnologías más avanzadas utilizadas en las baterías de iones de litio son: óxido de manganeso de litio (LMO), óxido de cobalto de litio (LCO), aluminio de cobalto de níquel (NCA), cobalto de manganeso de níquel (NMC) y fosfato de hierro de litio (LFP).
Según el Informe Wisdom Tree, cada tecnología de iones de litio compite hoy con las demás en seis carreras: la de la seguridad, la de la vida útil (medida tanto en términos de número de ciclos de carga y descarga como de antigüedad de la batería); el desempeño; la energía específica (cuánta energía puede almacenar una batería por kilogramo de peso); la potencia específica (cuánta energía puede almacenar la batería por kilogramo de masa); y, finalmente, el coste. Los autores del informe consideran que "la seguridad es, por mucho, el criterio más importante" y opinan que, de momento, ninguna tecnología va ganando claramente.
"La tecnología de batería sigue en una lucha constante por encontrar la química adecuada para lograr el rendimiento óptimo en los seis aspectos". Informe Wisdom Tree
En todo caso, en la actualidad -aseguran los autores-, la batería NMC (que contiene partes iguales de níquel, cobalto y manganeso en una proporción de 1: 1: 1) ha ganado "una amplia aceptación entre los fabricantes de baterías, que actualmente están experimentando las relaciones de composición de estos metales y favoreciendo una mayor proporción de níquel, cuya implementación genera una mayor energía en las baterías para tramos de larga distancia, así como también las hace más livianas". El problema -matizan desde Wisdom Tree-, es que la vida útil de estas baterías es corta.
La geografía del almacenamiento
Las proporciones de níquel más altas reducen la dependencia del cobalto de los fabricantes de baterías. La mayor parte del suministro mundial de cobalto proviene de la República Democrática del Congo. En ese sentido, el Informe Wisdom Tree señala que, "debido a la inestabilidad política del país y las cuestiones de derechos humanos relacionadas al trabajo infantil, una gran parte de la oferta mundial de cobalto sigue en riesgo".
En lo que se refiere a las proporciones de níquel, Wisdom Tree alude a las consultoras Roskill y Benchmark Mineral Intelligence (BMI), según las cuales ya están en uso las baterías NMC con mayores proporciones de níquel (5: 2: 3 y 6: 2: 2), mientras que los fabricantes estarían presionando para comercializar la NMC 8: 1: 1. "Sin embargo -matizan desde Wisdom Tree-, los requisitos altamente estrictos 8: 1: 1 de la NMC en términos de polvo, humedad y control de contaminación, obstaculizan su comercialización". A pesar de ello, "se espera que la NMC 8: 1: 1 gane una cuota de mercado significativa en el mercado de los VEs para 2020".
La conclusión de los autores del Informe Wisdom Tree viene a ser grosso modo que el ritmo "rápido" de la innovación en la tecnología de baterías va a acelerar "la adopción masiva de los vehículos eléctricos". Eso sí: a medida que la misma vaya cobrando impulso -alertan-, habrá "implicaciones de gran alcance en las materias primas. Esperamos que metales como el níquel, el cobre, la plata y elementos más pequeños como el cobalto y el litio, se beneficien de la adopción de los VEs".
Voluntad política
Más allá de los desafíos tecnológicos y la geoeconomía, Wisdom Tree considera que "la voluntad política ha sido la piedra angular del cambio hacia la electrificación". En ese sentido, los autores del informe recuerdan que varios países "y una docena de ciudades o estados" han anunciado la prohibición del motor de combustión interna para la próxima década. "Los gobiernos de todo el mundo -señala el informe- están apoyando el cambio hacia la electrificación en la industria automotriz al proporcionar la infraestructura y los incentivos fiscales necesarios". En la trastienda lo que hay es una necesidad de cumplir con los objetivos de calidad del aire y los compromisos climáticos.
El caso chino
China se está abriendo camino en el mercado de vehículos eléctricos y, en 2017, representó casi tres cuartas partes de las ventas mundiales de estos automóviles. China aún no ha establecido un plazo para que los fabricantes de automóviles terminen las ventas de unidades con motores a gas y diésel. Sin embargo, el gobierno ha establecido objetivos muy específicos y rastreables para el desarrollo ambiental en su 13º plan quinquenal. Asimismo se está posicionando para ser un líder de Vehículos de Nueva Energía (VNEs) en términos de volumen de envío y tecnología.
Hoy en día y tras cuatro décadas de crecimiento, la calidad ambiental de China es significativamente pobre. El gobierno tiene la intención de elevar las exigencias ambientales. En 2015 y por primera vez en el 13º plan quinquenal, el gobierno central aunó los primeros esfuerzos al plantear medidas para reducir la contaminación. Esto llevó a que fuesen multados miles de propietarios de plantas industriales y acusados de mal procedimiento. A pesar de la mejora marginal en la calidad del aire, el país todavía está lejos de alcanzar el marco saludable establecido por las organizaciones internacionales. La mayor parte de la contaminación de China se debe al uso intensivo de carbón, el cual representó el 60,4% de su consumo total de energía en 2017.
Desde 2009 China se ha convertido en el mercado del motor más grande del mundo. El 76,8% del transporte de carga se realiza a través de las redes de carreteras. Y el transporte por carretera se ha convertido en la principal fuente de contaminación del aire. En este marco, en agosto de 2017, el gobierno emitió su “Plan de control de la contaminación del aire en Beijing -Tianjin-Hebei otoño e invierno 2017-18”. El Consejo de Estado anunció además un plan de acción de tres años para Ganar la Guerra de Defensa del Cielo Azul, con objetivos y medidas detalladas en junio de 2018. El gobierno chino busca vender 2 millones de VNEs en 2020 y 7 millones para 2025.