Según datos de Ecologistas en Acción, el espacio dedicado al tráfico de automóviles ha aumentado en los últimos años, suponiendo entre el 20 y el 40% del total de la superficie de la ciudad (por encima del 60% si consideramos sólo el espacio público). Sin embargo, como señala el experto en urbanismo Mateus Porto, "conseguir ciudades más sostenibles es conseguir ciudades caminables, con un urbanismo más centrado en el peatón y en la recuperación del espacio público".
Mateus Porto, que coordina el grupo de trabajo de ‘Planes de Movilidad Urbana Sostenible y ordenanzas municipales’ de Conama, explica que se han hecho avances en este ámbito y algunos planes de movilidad urbana ya cuentan con una línea de planificación del espacio público. Sin embargo, “hay que seguir trabajando”, asevera Porto, y apunta a la necesidad de aplicar la ‘pirámide de la movilidad sostenible’ para conseguir una planificación sostenible.
Dicha pirámide consiste en invertir la actual estructura de movilidad de forma que la base, la más amplia y formada por las personas que caminan, pase a la parte superior, siendo lo más importante. Debajo de esta, se encontrarían la bicicleta y el transporte público. Luego estaría los transportes de mercancías, y en la cúspide final el vehículo privado, siendo la última opción deseable para moverse por la ciudad.
Las supermanzanas de BarcelonaSegún explica Conama en su
página web, el esquema indicado ya se aplica en planes como las ‘supermanzanas’ en Barcelona. “Consiste en reservar una serie de calles de carácter más local para los modos activos, reduciendo la velocidad de los vehículos y dando prioridad al caminar, al juego y, en definitiva, a otras actividades que no son solo circular”, indica Mateus Porto.
Para ello, se pueden aplicar medidas económicas de urbanismo táctico. Antes de acometer una reurbanización definitiva, se pintan las calles, se utilizan macetas con vegetación, bancos y otros elementos ligeros, de forma que “la ciudadanía pueda observar con simples cambios, como cambia el paisaje urbano por uno más amable”, describe Porto. Caminar, jugar, hablar, escuchar música, dibujar, poner más jardines… son muchas las actividades que se pueden realizar en este tipo de espacios comunes, tradicionalmente reservados a la movilidad motorizada.
Más allá de la gestión del tráficoEn realidad, la recuperación del espacio público y el fomento de los modos activos son tan solo algunos de los aspectos importantes de la movilidad sostenible. “La movilidad es un tema trasversal que toca muchos sectores y es momento de que empecemos a verlo así y reflexionemos sobre lo que se ha hecho hasta ahora y lo que nos queda por hacer”, señala Porto en referencia a la importancia de este ámbito para hacer frente a la emergencia climática.
El proyecto de Conama se centrará, precisamente, en identificar cuáles son esos aspectos que se deben tratar, para lo cual se realizarán talleres y entrevistas con actores clave en movilidad a fin de concienciar sobre la importancia de impulsar una movilidad más responsable con el medio ambiente en las ciudades.
La movilidad sostenible es desde hace años una de las principales líneas de trabajo de Conama. tema que aborda dentro de los grupos de trabajo de los congresos que organiza la fundación. También le ha llevado a elaborar guías en colaboración con IDAE y a impulsar otras iniciativas, como el curso online gratuito de Movilidad Profesional Sostenible que completaron un total de 470 alumnos. El nuevo proyecto de Conama cuenta con la cofinanciación del Ministerio para la Transición Ecológica.