La fotocatálisis es una reacción con un catalizador que se desencadena con la luz y que permite eliminar compuestos por oxidación o reducción. En el caso del dispositivo del CSIC se hace por oxidación, según informa el portal noticiasdelaciencia.com. El dispositivo cuenta con dos elementos: el fotocatalizador, que se coloca en el interior del tubo de escape, dispuesto de tal forma que ocupe la máxima superficie al paso de los gases; y una lámpara, que desencadena la reacción química y cuya longitud de onda está ajustada para conseguir el máximo rendimiento.
El cristal que cubre la lámpara tiene propiedades autolimpiantes para evitar que la suciedad del humo disminuya la eficacia. Además, el dispositivo incorpora la posibilidad de limpiar y eliminar los productos depositados sobre los centros activos del fotocatalizador, que podrían dañarlo. El proceso de fotocatálisis se inicia al arrancar el motor del vehículo y se detiene al quitar el contacto.
En pruebas desarrolladas en laboratorio, se ha conseguido reducir la concentración de óxido de nitrógeno hasta cien veces (pasando de entre 4000 y 6000 partes por billón a 40 y 60), si bien los investigadores todavía están perfeccionando el sistema para garantizar la estabilidad del fotocatalizador.
Respecto a otros dispositivos catalíticos similares y basados en productos químicos, como la urea, este dispositivo tiene la ventaja adicional de no generar en sí mismo más CO2. Tampoco necesita reposición de productos químicos.