El pasado 30 de septiembre se cerró la convocatoria de estas ayudas, que cuenta con un presupuesto de 1.000 millones de euros, por lo que se articulará en concurrencia competitiva, seleccionando los proyectos que mejor ayuden a alcanzar los objetivos marcados por la Comisión Europea, que abarcan desde compromisos con los plazos de ejecución hasta objetivos relacionados con el impulso de la movilidad activa.
Según informa Europa Press,
los 188 ayuntamientos han presentado 258 solicitudes en total, que incluyen 1.134 actuaciones. En torno a las dos terceras partes de ellas están encaminadas a fomentar el cambio modal en entornos urbanos y metropolitanos hacia modos de transporte más sostenible, priorizando el transporte público colectivo y la movilidad activa.
En concreto, una parte importante de estos proyectos potencian el desarollo de zonas e itinerarios peatonales en el centro de las ciudades y el impulso del uso de la bicicleta, la construcción de carriles bici, la adecuación de las vías y el espacio urbano a su uso, la habilitación de aparcamientos seguros y el despliegue de servicios de alquiler de bicicletas.
Está previsto que las primeras transferencias a los beneficiarios se realicen en invierno y, posteriormente, se prevé una segunda convocatoria en 2022 con un presupuesto de 500 millones de euros. Los proyectos deberán estar finalizados antes del 31 de diciembre de 2024.