Esta iniciativa de cooperación transnacional, de dos años de duración, ha obtenido una ayuda Feder (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) de casi un millón de euros. Según Cartif, el objetivo del proyecto es "desarrollar un estudio en materia de eco-innovación sobre el nuevo paradigma de la movilidad sostenible: el coche eléctrico". El desarrollo de esta iniciativa supone "la inclusión de la variable ambiental en la etapa de diseño de este tipo de vehículos, de manera que logren ser más eficientes y respetuosos con el entorno", según el centro tecnológico. Desde la perspectiva de la División de Medio Ambiente de Cartif, el reto que representa el proyecto es que "se trata de un producto en actual desarrollo, de manera que las conclusiones del estudio, a través de las acciones de transferencia y difusión previstas, pueden repercutir en que las primeras versiones de coche eléctrico que salgan al mercado en el espacio Sudoe estén ecodiseñadas en el marco de este proyecto".
Cartif tiene prevista la participación de diversos agentes interesados de los sectores implicados (automoción, energía, actores de movilidad, TICs, obra pública e instaladores eléctricos, etcétera) a través de un comité asesor, cuya entrada no está cerrada. El proyecto se va a desarrollar en colaboración con socios de otras regiones Sudoe; Fundació CTM Centre Tecnològic (Cataluña), Mondragón Goi Eskola Politeknikoa S.Coop. (País Vasco), IAT (Andalucía), ITA (Aragón), École Supérieure des Technologies Industrielles Avancées (Aquitania-Francia) e Instituto Politécnico de Setúbal (Lisboa-Portugal).
Cartif nació en 1994, con apenas 20 investigadores, como Centro de Automatización, Robótica y Tecnologías de la Fabricación, en el seno del departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad de Valladolid. En 1999 se trasladó a un edificio construido en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid) y en 2005 cambió su estatus legal de asociación a fundación e inauguró un segundo edificio. Actualmente, dispone de 8.500 metros cuadrados de instalaciones y de una plantilla de casi 200 investigadores distribuidos en nueve áreas de investigación.