Greenpeace alerta: desde que el pasado 26 de abril el Ejecutivo autorizase los paseos con menores, "se ha puesto de manifiesto el injusto reparto del espacio urbano de las calles, acaparadas en su mayoría por el automóvil, y con aceras insuficientes que, en ocasiones, ni siquiera permiten cruzarse manteniendo el metro y medio aconsejado". En ese sentido, la organización ecologista señala que, antes de esa fecha, antes del 26 de abril, ya solicitó a los ayuntamientos que habilitaran "más espacio para peatones, bicicletas y autobuses, una demanda -recuerda la oenegé- que el propio Gobierno recogió días después en la Orden del Ministerio de Sanidad, norma que requería a las autoridades locales que 'faciliten el reparto del espacio público a favor de los que caminan y de los que van en bicicleta, en ese orden de prioridad'”. [Véase Orden SND/380/2020, de 30 de abril].
A raíz de esta instrucción -reconoce Greenpeace-, los ayuntamientos se han lanzado a implantar medidas que destinan más espacio para el peatón o la bicicleta en detrimento del coche, una tendencia que esta oenegé califica de "positiva, pero insuficiente, puesto que en la mayoría de casos se limita a sábados y domingos, y en horarios muy reducidos". Según recoge un estudio que ha publicado hoy la organización ecologista, de las 36 ciudades con medidas anunciadas, tan solo 16 han habilitado espacios de forma permanente o tienen previstas actuaciones de mayor calado, como nuevos carriles bici o carriles bus, necesarias para dibujar la movilidad en el escenario post-Covid y desincentivar el uso del coche en la ciudad.
Greenpeace destaca, "entre las ciudades más ambiciosas", A Coruña y Valladolid, que han presentado planes de movilidad que abarcan "una estrategia integral para mejorar la movilidad peatonal, ciclista y el transporte público a través de peatonalizaciones completas, nuevas vías ciclistas y plataformas reservadas para el autobús". Según la oenegé del arco iris, ciudades de mayor tamaño, como Barcelona o Valencia, también están ejecutando cambios en varios puntos clave para dotar de más espacio a la movilidad sostenible. En el otro plato de la balanza -denuncian los ecologistas-, "sorprende la falta de ambición de ciudades como Bilbao, Sevilla o Madrid, que han limitado sus intervenciones en el espacio público a los fines de semana".
Greenpeace destaca particularmente el caso de Madrid, que ha peatonalizado este fin de semana 29 tramos, iniciativa que los ecologistas consideran insuficiente considerando el tamaño de la ciudad y de su población (la oenegé refiere en ese sentido el caso de Vigo, que ha peatonalizado 70 tramos. Vigo tiene algo más de 295.000 habitantes (según el Instituto Nacional de Estadística, dato a 1 de enero de 2020); Madrid, 3.266.000, según la misma fuente, es decir, once veces más población.
Adrián Fernández, responsable de la campaña de Movilidad de Greenpeace: “la movilidad peatonal debe priorizarse en todos los barrios y para todos los días. Aquellos ayuntamientos que únicamente cortan el centro los días de fiesta dan a entender que las ciudades solo pueden disfrutarse de forma excepcional, pero que en el día a día el coche es quien manda en el espacio público. Según avancemos en las fases del desconfinamiento, iremos notando que cada vez nos cuesta más caminar o ir en bici con seguridad, por lo que necesitamos intervenciones de mayor calado antes de que el tráfico rodado vuelva a dejarnos sin espacios”
Una oportunidad
Otro aprendizaje del confinamiento se ha visto reflejado en la desigualdad entre los barrios, primero en el tamaño de las casas y luego en la falta de espacios abiertos. Los barrios con mayor densidad de población normalmente son los más desfavorecidos. Zonas donde, en general, las aceras son más pequeñas, las calles más estrechas y donde no hay tantos espacios verdes o avenidas amplias. Greenpeace destaca que el desconfinamiento es una oportunidad para mejorar el espacio público, quitando coches y ganando espacio para las personas y la movilidad sostenible, no solo ahora, sino para el futuro.
Por ello, la organización ecologista ha pedido que, para cumplir las instrucciones sobre distanciamiento físico frente al contagio, los peatones ocupen y circulen por la calzada -siempre con precaución-, en especial en las calles menos transitadas. Con el hashtag #TomaLaCalle, Greenpeace está recogiendo en sus redes imágenes y testimonios de peatones que, tras la vuelta a las calles, han experimentado la falta de espacio para caminar en las aceras y se han bajado a unas calzadas ahora vacías. Greenpeace concluye su comunicado recordándole a los ayuntamientos "que tienen la responsabilidad de garantizar un espacio público seguro y suficiente para evitar un repunte en los contagios y, no menos grave, frenar los atascos y la contaminación derivados del incremento en el uso del automóvil cuando se recupere la actividad".
Orden SND/380/2020, de 30 de abril, sobre las condiciones en las que se puede realizar actividad física no profesional al aire libre durante la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19a los fines de semana.