El Ayuntamiento que preside Ada Colau asegura persigue con esta inciativa varios objetivos. A saber: (1) reducir la contaminación del aire y el ruido ambiental; (2) disminuir la accidentalidad en las zonas de entrada y salida de los centros educativos suprimiendo carriles de circulación y plazas de aparcamiento y reduciendo la velocidad; y (3) crear espacios de encuentro de un mínimo de 10 metros de diámetro con verde y mobiliario urbano para pasear y hacer actividades. Según el comunicado que difundió ayer el consistorio barcelonés, "este año se actuará en veinte escuelas, ocho de las cuales, todas en L’Eixample, ya tienen el proyecto programado". El año que viene el Ayuntamiento prevé transformar el entorno de otros 35 centros; en 2022, 35 centros más; y el último año, unos treinta centros más." En total -informa el Consistorio-, durante este periodo se actuará en una de cada tres escuelas, y se prevé continuar con el resto de las escuelas más adelante". Por lo demás -añaden desde el Ayuntamiento-, las actuaciones serán evaluadas con equipos pluridisciplinarios en consenso con el territorio y se adaptarán a las necesidades de cada centro.
La estrategia establece estas prioridades
- Escoles bressol y escuelas de educación infantil y primaria.
- Escuelas con un índice elevado de contaminación del aire y acústica.
- Escuelas situadas en puntos con problemas de seguridad vial.
- Según el volumen de niños de cada centro.
El primer centro, en Sant Martí
La primera actuación, que ya se ha terminado, ha transformado el entorno de la Escuela Grèvol, en el distrito de Sant Martí, en una nueva plaza de 280 metros cuadrados delante del edificio. Además, la velocidad se ha limitado a 20 kilómetros por hora y se ha reducido el espacio destinado a los vehículos de motor a la mitad: las calles de los Pellaires y de los Ferrers son de uso exclusivo para peatones, y en la calle de Provençals se ha eliminado un carril de circulación y un cordón de aparcamiento. También se ha pintado el suelo de color naranja para dar visibilidad al espacio pacificado, se ha instalado un radar informativo y se han ampliado las plazas de aparcamiento de bicicletas.
El Ayuntamiento explica lo que define como "una transformación global de ciudad"
La iniciativa responde a una reivindicación ciudadana y se inspira en otras actuaciones, como los caminos escolares, el programa de las superislas y los trece ecochaflanes, que ya han mejorado el acceso escolar en distintos centros de L’Eixample. La continuación de estos programas y de las medidas previstas en el Plan de barrios permitirá mejorar los entornos de ochenta escuelas más.
Contra la emergencia climática
El programa -informa el Ayuntamiento- se enmarca en la lucha contra la emergencia climática, decretada el 1 de enero de 2020. A principios de año se ha implementado también la primera gran medida contra la contaminación, la entrada en vigor de la zona de bajas emisiones permanente, que limita la circulación de 50.000 vehículos y permitirá reducir en un 15 % las emisiones de NO2 este año. Para promover el uso del transporte público, este año se ha remodelado el sistema tarifario con nuevos títulos que rebajan hasta un 25 % el precio de los billetes de uso frecuente.