El equipo de la UPV intentará mejorar este año el octavo lugar conseguido con el prototipo Valentia en 2018. En esta ocasión, los más de 40 miembros que forman el equipo Hyperloop UPV, competirán con Turian, un pod más rápido, seguro, compacto y ligero que su antecesor, compuesto por más de mil piezas y que, con un peso de 96 kilos y 500 sensores que miden todos los parámetros de su funcionamiento, es capaz de impulsar su carcasa de fibra de carbono para acelerar de 0 a 100 Km/h en menos de 2 segundos.
Con el nuevo prototipo, Turian, el equipo valenciano intentará circular a la máxima velocidad posible en un tubo casi al vacío de 1,5 km, que la empresa SpaceX ha construido frente a su sede en Hawthorne, California.
Como en las competiciones previas, todos los pods deben ser autopropulsados y ser también capaces de decelerar con éxito al finalizar el recorrido.
De acuerdo con RS Components, uno de los patrocinadores del equipo valenciano, tanto las exigencias de la empresa organizadora, SpaceX, como el nivel de las universidades que participan en el reto, aumentan año tras año, lo que convierte a esta competición de ingeniería en una de las más difíciles de todo el mundo, en opinión de los estudiantes que han participado en ella.
La Hyperloop Pod Competition nació a finales de 2015 de la mano de Elon Musk, quien, a través de su compañía SpaceX, decidió crear un concurso universitario con un doble objetivo: desarrollar soluciones innovadoras y reclutar a los mejores estudiantes. En total, más de 600 equipos de todo el mundo se inscriben en la competición, aunque solo una veintena consigue pasar las primeras fases, que son tremendamente exigentes, para llegar a la final. Desde 2016, el equipo de la Universitat Politècnica de València no ha faltado a ninguna de las citas.
SpaceX deja muy claro en su página web que se trata de una competición realizada exclusivamente por esta empresa y que no existe afiliación alguna con ninguna de las compañías de Hyperloop, pero lo cierto es que Hyperloop es el nombre comercial con el que la citada empresa de transporte aeroespacial desarrolla un concepto de medio transporte del futuro basado en un sistema de tubos de vacío. Aprovechando la menor fricción, esto posibilitará el transporte de personas y mercancías mediante unas cápsulas que alcanzarán velocidades de más de 1.000 km/h de forma totalmente sostenible.