Para evitar este impacto, Greenpeace exige al gobierno que apueste por transportes basados en energías limpias como el ferrocarril, que resulta hasta 20 veces menos contaminante por viajero transportado, eliminando los vuelos cortos con alternativa por tren como Barcelona-Madrid o Barcelona-Valencia.
El “Tren de Greenpeace”, que mantiene la línea estética de su conocido barco Rainbow Warrior, recorrerá diferentes puntos de Europa reivindicando el ferrocarril como alternativa sostenible y asequible frente al avión y la carretera, coincidiendo además con la declaración de 2021 como Año Europeo del Ferrocarril por parte de la Comisión Europea.
Con esta acción en Barcelona, Greenpeace manifiesta su rechazo al proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat, en pleno debate sobre su futuro. Se suma así a las críticas realizadas desde la Plataforma ZeroPort, al considerar que los 1.700 millones de euros que costará esta ampliación refuerzan un modelo económico basado en el consumo de combustibles fósiles. Y señalan que es urgente cambiar el modelo turístico de Barcelona, donde el 82% de sus visitantes ya vienen en avión actualmente.
“Tanto el Gobierno de España como la Generalitat de Catalunya presumen de sus objetivos para reducir las emisiones mientras promueven infraestructuras como el aeropuerto, cuya ampliación implica un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero.” ha declarado Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace. “La aviación no solo tiene un grave impacto sobre el clima, también perjudica a la población local con más ruido, más contaminación atmosférica y arrasando espacios protegidos por su biodiversidad, como sucede en El Prat”.
Propuestas para un nuevo modelo ferroviario
Las demandas de Greenpeace incluyen un gran número de soluciones para mejorar el transporte por tren. De acuerdo con la ONG, a pesar de la ingente inversión en infraestructuras ferroviarias (más de 55.000 millones de euros en los últimos años), el tren en España sigue arrastrando una serie de carencias que hacen que todavía no resulte atractivo frente al avión y la carretera.
Para corregir un problema "esencialmente de gestión", según considera Greenpeace, esta organización ha suscrito, junto a otras ONGs como WWF o la Asociación para la Promoción del Transport Públic (PTP), una propuesta técnica que aborda la necesidad de reducir el impacto del transporte a través de un modelo ferroviario sin emisiones, inclusivo, sostenible y seguro. Greenpeace ha lanzado, además, esta semana un video donde anima a la ciudadanía a firmar una petición para los ministros de Transportes europeos, con cinco propuestas concretas:
• La creación de, al menos, 30 nuevas conexiones diurnas y nocturnas entre países europeos hasta 2025
• Mejorar la compatibilidad de los trenes entre países, de forma que sean posibles los trayectos entre diferentes territorios europeos
Hacer que el tren sea más fácil y asequible, eliminando las subvenciones a las aerolíneas.
• Acabar con los vuelos cortos cuando exista una alternativa en tren competitiva en tiempo y precio
• Que las operadoras de tren tengan sistemas de venta compatibles, para que comprar un billete de tren sea tan fácil como uno de avión.
• Facilitar el acceso al tren para todas las personas, grupos, familias y a quienes viajan con su bicicleta o su mascota.