Casi 200 autobuses de gas... y 18 eléctricos, que cubrirán (estos últimos) tres rutas por la isla de Mallorca. Según explica el Ejecutivo balear en un comunicado, "la propulsión eléctrica es viable en líneas con ciertas características (recorrido urbano, sin fuertes pendientes, limitaciones del número de kilómetros recorridos entre cargas, etcétera); la tecnología de propulsión eléctrica más adecuada para estas líneas es la de carga de oportunidad, que implica una estación de carga rápida con pantógrafo en las cabeceras de la línea". Así, y, "con el objetivo de promover la movilidad eléctrica y para que las empresas que aspiraban a la adjudicación del servicio potenciasen en su oferta los autobuses eléctricos", el Govern ha decidido asumir la inversión necesaria para ejecutar la infraestructura de carga que requieren estos autobuses.
Y, así -informa el Govern-, ha acordado en el último Consell destinar 1,2 millones a la instalación de la infraestructura de suministro de energía, que incluye una estación de carga rápida con pantógrafo en el inicio y final de cada una de las tres rutas eléctricas. Las líneas que se cubrirán con autobuses eléctricos son las que recorrerán la bahía de Alcúdia, la de Cala Millor-Cala Bona y la de Santa Ponça-Magaluf. Las nuevas concesiones suponen una renovación total de la actual flota de autobuses: un total de 220 autobuses nuevos. De ellos, 3 queman diésel y 217 son calificados por el Govern como vehículos con "propulsión sostenible". De esos 217, 197 son de gas natural comprimido (90%); 2 son híbridos de Gas Natural Licuado (1%); 9 son cien por cien eléctricos (4%); y otros 9 son híbridos eléctricos (4%).
Gas de efecto invernadero
El metano es, según Globalmethane, el gas de efecto invernadero (GEI) antropogénico más abundante después del dióxido de carbono (CO2 ) y está considerado un “forzador del clima a corto plazo” (su duración es relativamente corta en la atmósfera). Globalmethane advierte sin embargo que, "si bien el metano permanece en la atmósfera durante un período más corto de tiempo y se emite en cantidades más pequeñas que el CO2 , su potencial de calentamiento global (es decir, la capacidad del gas de atrapar calor en la atmósfera) es entre 28 y 34 veces mayor (dato del quinto informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, IPCC)".
Un reciente informe de la organización no gubernamental Global Energy Monitor advierte que la expansión actual que está viviendo el gas a escala global es "incompatible" con la alerta que emitió el Grupo Intergubernamental de expertos en Cambio Climático (IPCC) en su informe The Special Report on Global Warming of 1.5°C (octubre de 2018). En ese documento, el Intergovernmental Panel on Climate Change señala que para evitar que la subida de la temperatura global vaya más allá del +1,5ºC con respecto a la temperatura media global de la era preindustrial (1750), umbral a partir del cual las consecuencias del cambio climático son imprevisibles, la Humanidad debería reducir el uso del gas natural en un 15% de aquí a 2030 y en un 43% de aquí a 2050 con respecto al consumo de gas actual.
The New Gas Boom
El informe de Global Energy Monitor (The New Gas Boom, julio de 2019) recuerda que "el metano, que es el componente principal del gas natural, es responsable del 25% del calentamiento global hasta la fecha". Según The New Gas Boom, el metano (CH4), comparado con el dióxido de carbono (CO2), es un gas de vida relativamente corta, pero de elevado potencial de calentamiento. Global Energy Monitor, que es una red no gubernamental de investigadores de varios países, asegura que, aunque el metano solo permanece en la atmósfera alrededor de una década, durante ese lapso produce un calentamiento 100 veces superior (cien) del del CO2. "Considerado en un horizonte de 20 años -apuntan desde Global Enery Monitor-, el impacto del calentamiento global del metano es 86 veces la del dióxido de carbono, según la evaluación más reciente del IPCC (Myhre, 2014)".
• Una flota con el 100% de vehículos nuevos y (según el Govern) de propulsión sostenible