El 28 de diciembre de 2023, se hizo pública la resolución definitiva de la primera convocatoria de ayudas para proyectos innovadores de almacenamiento energético hibridado. 36 proyectos fueron seleccionados mediante un proceso de concurrencia competitiva, que agotaron los 150 millones de euros asignados inicialmente y que darán lugar a inversiones de 570 millones. Este impulso financiero, respaldado por un gran interés por parte del sector, promete inyectar cerca de un gigavatio a la capacidad total de almacenamiento de nuestro país.
La integración de sistemas de energía solar fotovoltaica (FV) con almacenamiento es una solución innovadora para abordar las demandas fluctuantes de la red eléctrica y fomentar la autonomía energética, pero una solución no exenta de desafíos técnicos.
Uno de ellos pasa por prestar una meticulosa atención a la compatibilidad y protocolos de comunicación entre la planta solar, las baterías y los PCS (es un dispositivo para la conversión bidireccional de energía eléctrica conectado entre el sistema de baterías y la red y/o carga). El fabricante tiene que velar porque estos componentes operen en armonía entre sí, ya que ello es esencial para maximizar la eficiencia del sistema.
Los desafíos surgen en la sincronización de tecnologías diversas y en la gestión de la complejidad inherente a la integración de todos los equipos que se comuniquen perfectamente entre ellos y con la red. Este estudio de compatibilidad y comunicación es esencial.
El mantenerse al día con la estandarización de procesos de fabricación, las últimas tendencias de la tecnología y adoptar nuevas tecnologías sin interrumpir la producción existente también es un reto. Los fabricantes tienen que disponer de una gran flexibilidad en los métodos de fabricación para adaptarse a las continuas innovaciones emergentes y ofrecer al mercado siempre el mejor producto.
Sin olvidar la gestión eficiente de materiales, la logística y la coordinación entre proveedores, que son sin duda también desafíos críticos. Interrupciones en la cadena de suministro pueden afectar negativamente la producción y entrega de los componentes. Este es un tema crucial. Y actualmente estamos amenazados de nuevo por otra crisis logística, en el mar Rojo, que está obligando al desvío de rutas. El coste de un flete desde Asia a Europa se ha triplicado en pocas semanas.
Por otra parte, es muy importante el enfoque cuidadoso que requiere el dimensionamiento y la optimización de los sistemas hibridados. Dimensionar adecuadamente el sistema híbrido es fundamental para equilibrar la generación y el consumo y evitar la subutilización o sobrecarga del sistema. Un desvío en este sentido puede suponer un incremento importante en el CapEx.
La integración de sistemas híbridos con la red plantea también desafíos en la gestión de la estabilidad. El cumplimiento de códigos y estándares es esencial, lo cual implica una comprensión profunda de las regulaciones locales e internacionales, así como la adaptación del diseño del sistema para cumplir con normativas específicas.
No nos podemos olvidar tampoco de la Operación y Mantenimiento (OyM), que es esencial para garantizar un rendimiento sostenible a lo largo del tiempo, y optimizar el OpEx. La gestión de la degradación de las baterías, la monitorización en tiempo real y la capacitación de personal especializado son aspectos críticos para superar los retos de la OyM.
Sin duda, la colaboración entre los fabricantes, la inversión en I+D y una normativa adecuada son clave para que estas soluciones hibridadas, u otras aplicaciones de almacenamiento, formen parte natural de nuestro sistema eléctrico. Y esto es lo que está sucediendo en el sector, en el que todos los actores estamos trabajando estrechamente.
Cada reto que nos encontramos es una oportunidad para la mejora. La gestión de la cadena de suministro, la adaptación a innovaciones tecnológicas y el cumplimiento de códigos y estándares se han convertido en piedras angulares, en una realidad tangible que impulsa un camino hacia un futuro energético más eficiente y sostenible.