La primera vez que oí a mi padre decir eso de “nadar y nadar para morir en la orilla” se me encogió el corazón. Debía de ser un crío, y la frase me hizo darle vueltas y más vueltas a esa idea maldita de caer derrotados justo al final, cuando ya no hay opciones para levantarse, para seguir peleando. Morir en la orilla después de nadar y nadar es una putada. Pero a veces pasa. Demasiadas veces.
En las últimas semanas hemos publicado infinidad de datos y sensaciones en torno al Covid-19 y sus efectos sobre nuestro sector. Muchas de ellas, lamentando la mala suerte: “Ahora que empezábamos a superar nuestra crisis particular, ahora que las renovables habían iniciado la remontada, ahora que el autoconsumo empezaba a ver el horizonte despejado…”. Pues es ahora cuando hay que ir a por todas.
El pasado 11 de diciembre la Comisión Europea dio a conocer las claves del llamado Pacto Verde Europeo, que pretende sentar las bases de un desarrollo justo y sostenible, desde una perspectiva económica y ambiental. Uno de los objetivos de ese pacto es alcanzar la neutralidad climática en 2050. Pero en diciembre nadie era consciente de la magnitud del desastre que se avecinaba con el coronavirus.
La pandemia ha trastocado los planes del mundo entero. Ha generado una crisis sanitaria y económica sin precedentes. Y es más que probable que se traduzca también en una crisis social, si no se toman las medidas adecuadas. Por eso, el 23 de abril, organizaciones no gubernamentales de toda Europa reclamaron a los gobiernos y a la Unión Europea que el plan de recuperación económica que se está elaborando sea “verde y justo”. El llamamiento colectivo era “una muestra de unidad sin precedentes por parte del movimiento verde en un momento en el que los legisladores están siendo presionados para retomar el mismo modelo productivo y de consumo insostenible de siempre”.
Y es ahí, en la salida de la crisis, donde las energías renovables tienen que ir a por todas. Porque su papel es fundamental. Insustituible. Por eso Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, insiste en que “la inversión a gran escala para impulsar el desarrollo de energías limpias debe de ser una parte central de los planes de estímulo”. Por eso Joaquín Nieto, director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España está convencido de que el Pacto Verde será “una fuente extraordinaria de empleo y trabajo decente”. Por eso la ministra Teresa Ribera, a la que entrevistamos en este número, ha firmado, en nombre del gobierno español, la Alianza para una Recuperación Verde (suscrita, entre otros, por ministros de 11 países europeos, 79 eurodiputados, 37 líderes de grandes multinacionales, 28 asociaciones empresariales, la Confederación Europea de Sindicatos y siete ONGs).
Entre las cosas que ya nos ha enseñado la pandemia es que no podemos ser tan absolutamente dependientes del exterior como lo hemos sido en esta crisis con el material sanitario. ¿Quién puede asegurarnos que no va pasar algo así con el gas o con el petróleo? Por eso es fundamental acabar con esa dependencia y basar nuestro sistema energético solo en renovables. Un concepto que entienden a la perfección los que han decidido apostar ya por el autoconsumo que, ante situaciones como las que nos está tocando vivir, acrecienta aún más sus ventajas.
Se nos ha ido abril. El virus nos lo ha robado a todos. A unos más que a otros. Joaquín Sabina le dedicó esa canción a los perdedores: al hombre del traje gris, a la chica de BUP embarazada, a su madre marchita… Pero en alguno de sus conciertos se despidió gritando eso de ¡No se me mueran nunca, carajo!
Porque es cierto que nos han robado el mes de abril. Y el de marzo. Y tantas cosas. Y a tanta gente. Pero no hay tiempo para lamentos. Tenemos que seguir nadando, flotando, respirando, resistiendo. Nos vamos a agarrar con más fuerza al futuro que tenemos que construir. Es el momento de ir a por todas. Así que preferimos quedarnos con el ¡No se me mueran nunca, carajo!
Y menos ahora, que hemos alcanzado la orilla.
Hasta el mes que viene.
Luis Merino
lmerino@energias-renovables.com