Con 100.000 páginas vistas en una semana, la entrevista que publicamos el mes pasado a Luz Ma para el número de junio de la revista en papel, y que subimos a la web el pasado día 24, se ha convertido en uno de los contenidos más vistos de los últimos años. Luz Ma es CEO de la compañía china Chint Energy en España, y lleva trabajando en el sector de la energía solar desde 2005, así que conoce bien el terreno que pisa.
Elegir el titular de la entrevista fue fácil: “Tardamos 200 años en construir la muralla china, podemos esperar 10 años más para poblar con energía solar las cubiertas industriales en España”. El tirón de esta combinación de palabras está fuera de toda duda a ojos de este periodista. Pero es otro tema el que me gustaría destacar.
Una de mis preguntas se refería a la guerra de Ucrania y sus efectos sobre el gas y el petróleo rusos, que hará que la apuesta por las renovables se incremente en todo el mundo. “Pero también crece –decía yo– la preocupación porque la mayor parte de la producción industrial ligada a la fotovoltaica está en China y otros países asiáticos. Y son muchos los que plantean una reindustrialización en Europa. ¿Cómo analizan esta situación?”.
Luz Ma se muestra convencida de que la situación va a cambiar: “Sin duda veremos muy pronto producciones de módulos fotovoltaicos en algunas localizaciones europeas, fruto de tres situaciones. En primer lugar, la voluntad de agilizar la logística y las operaciones de aprovisionamiento. Por otro lado, la necesidad de ofrecer mayores garantías en la estabilidad de precios. Y en tercer lugar, para reducir la dependencia de China y otros países asiáticos”.
Si algo nos puede enseñar la guerra de Ucrania es que no podemos poner todos los huevos en la misma cesta. Y cuando se trata de energía, menos aun. La dependencia que tiene el sector fotovoltaico de Asia es hoy de tal magnitud que la energía solar podría perder una de sus virtudes: su carácter autóctono. Es evidente que el Sol que sale cada día es nuestro, pero la mayoría de los módulos e inversores que utilizamos para aprovechar esa energía no lo son. Y en el caso hipotético de una crisis con esos países, el sector podría hundirse de la noche a la mañana como el plomo en el agua.
Europa parece empezar a entenderlo. En el mismo número de junio dábamos cuenta de proyectos de fábricas como la de Enel en Italia, Greenland en Sevilla o Meyer Burger en Alemania. Las propias empresas chinas podrían trasladar a Europa parte de la producción que luego venden en nuestro continente, si se negocian con ellas las condiciones adecuadas.
José Miguel Jiménez es uno de los lectores que ha leído la entrevista a Luz Ma. Luego ha subido este comentario: “Y mientras tanto una empresa española como Abengoa, líder mundial en desarrollo de energías renovables, está a punto de desvanecerse”.
Sin duda merece una reflexión. Porque más allá de las razones esgrimidas por la SEPI para no inyectar más dinero público en Abengoa, es importante asegurarnos de que, pase lo que pase, siempre seremos capaces de aprovechar la energía del Sol que sale cada día.
Hasta el mes de septiembre. ¡Feliz verano!
Luis Merino
lmerino@energias-renovables.com
